Antes de que los empleados de Google tuvieran trabajo en casa, con motivo de la pandemia, la compañía ya ponía en práctica esta modalidad.
El trabajo en casa no ha sido tan novedoso para Google, como sí ha ocurrido en otras empresas que, por primera vez, se veían obligadas a adoptar esa medida.
La tecnológica con sede en Santa Clara (California, Estados Unidos), como consecuencia de su hábito, ya lanzó el año pasado una guía de recomendaciones para quienes no estuvieran presencialmente en sus oficinas. Este documento sirve ahora para orientar a aquellos que están en la misma situación.
Quizás los empleados de Google —así como de otras— tengan que volver a echar un vistazo a ese listado de buenas prácticas del trabajo en casa, ya que algunos no volverán a la oficina hasta dentro de un año, una fecha que ya se ha pospuesto en más de una ocasión.
Las recomendaciones de Google se basan en un estudio que hicieron a partir de las respuestas de 5,000 empleados que tenían trabajo en casa en los mismos proyectos, pero distribuidos en diferentes lugares.
Para empezar, todo el mundo se encuentra a distancia y puede resultar complicado mantener un diálogo fluido y equilibrado. Por eso, se debe ayudar a quienes estén más aislados en esa reunión virtual, apelándoles para que también puedan dar su opinión.
Al no estar en el mismo lugar, no siempre se coincide en la organización. Hay que concretar si se debe contestar a los correos y en qué casos, los momentos de descanso, cuántas veces habrá contacto entre unos y otros y cuáles son las zonas horarias de los distintos integrantes.
Se debe medir en qué ocasiones se requiere una charla más extensa y, por tanto, una videollamada; o, al contrario, enviar un mensaje cuando se trate de una cuestión sencilla. Las conexiones entre el equipo son clave. Por eso, cuando se opte por la primera alternativa, es esencial anticipar las fechas de reunión, recapitular lo avanzado hasta el momento y cubrir todos los puntos de interés.
No esperes al próximo encuentro virtual para trasladar algo sobre lo que informarías si tu compañero estuviera al lado. No renuncies a decirlo y, de nuevo, recurre al soporte más eficiente en cada situación.
Intenta ocupar un espacio específico, diferente del que duermes o realizas otras rutinas básicas. Organiza tu mesa y tus equipos. Levántate de la silla cada hora y, ponte horarios, como si estuvieras en la oficina.
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