No lo vamos a negar, el plástico tiene muchos beneficios: es duradero, flexible, versátil y sobre todo barato. Por todo ello, este material se ha ido incluyendo cada vez más en nuestro día a día, formando parte de todo tipo de productos.
Se ha adoptado tanto que, actualmente, se calcula que 300 millones de toneladas de plástico son generadas cada año para dar respuesta a tal demanda.
Pero ante tales bondades, también hay una cara negativa: el gran impacto que tiene en el medio ambiente.
En torno a 13 millones de toneladas de residuos plásticos terminan en los océanos del planeta cada año. Ahora piensa que para descomponer una simple botella de agua son necesarios unos 500 años.
Como consecuencia terrible de esto, ciertas partes de nuestros océanos y mares se han convertido en auténticos vertederos marinos.
Afortunadamente a medida que el problema de los residuos se ha hecho más patente, la conciencia social al respecto también se ha visto impulsada.
En este sentido en los últimos años varias compañías han lanzado al mercado productos elaborados a partir de plástico recogido del mar.
La mayoría de estas iniciativas se centran en artículos de ropa. Lo cual no es de extrañar, siendo la industria de la moda una de las más contaminantes.
Pero también es posible encontrar muebles o incluso ordenadores generados a base de basura marina.
Si estás tratando de minimizar tu impacto medioambiental, lo más conveniente es desterrar en la medida de lo posible los plásticos en tu día día.
Otra manera de contribuir a ello puede ser optando por estos 16 productos elaborados a partir de basura marina plástica. Confeccionarlos ha conllevado retirar de nuestras aguas buena parte de residuos contaminante y ha generado menor gasto de agua y energía al tratarse de materiales reciclados.
Esta marca estadounidense diseña gafas de sol fabricadas a partir de plástico marino extraído de canales y costas de Haití.
Además, por cada uno de los artículos vendidos, la empresa se compromete a limpiar una libra (0.45 kilogramos) de plástico de los mares.
Asimismo, Norton Point afirma reinvertir 5% de sus ganancias netas en investigación, educación y proyectos encaminados a reducir el impacto del plástico en los océanos.
La colección Adidas x Parley fue creada a partir de plásticos reciclados recogidos de playas y costas.
La línea de prendas está confeccionada con 75% de residuos plásticos reciclados y conlleva en su elaboración un menor gasto de agua y energía que el requerido para generar prendas de materiales vírgenes.
En lo relativo a las zapatillas, para su elaboración cada par utiliza un promedio de 11 botellas de plástico.
El objetivo de Adidas, según afirma la compañía desde su página web es lograr que todas sus artículos sean fabricadas sin poliéster virgen para 2024.
En 2010 Electrolux diseñó una aspiradora fabricada a base de residuos plásticos extraído de mares y océanos por voluntarios. En concreto los residuos fueron retirados del Océano Pacífico, Índico y Atlántico, del Mar Mediterráneo, Mar Báltico y Mar del Norte.
El diseño de estas aspiradoras a base de materiales reciclados se enmarcaba dentro de una iniciativa por promover la concienciación medioambiental. Por este motivo, tan solo fueron producidos seis modelos que fueron subastados con fines benéficos.
En 2019 HP lanzó su laptop Elite Dragonfly, una computadora convertible y ultraligera que además se coloca como el primer portátil del mundo fabricado a base de plásticos reciclados del fondo marino.
Para su fabricación la compañía asegura haber recuperado 35 millones de botellas del fondo del océano; o lo que es lo mismo, 450 toneladas de plástico reciclados que también han sido utilizados en la creación de cartuchos de tinta para sus impresoras.
La startup con sede en Alemania, Got Bag diseña mochilas elaboradas a base de plásticos marinos recogidos y reciclados por Ocean Plastic.
Los residuos del océano son recolectados por pescadores en Indonesia y después clasificados para obtener el mejor material.
En este proceso el PET (tereftalato de polietileno) conseguido es triturado y utilizado como material de confección de las mochilas. El plástico restante que no es seleccionado pasa a otras cadenas de reciclaje, asegura la compañía.
SEAQUAL crea tejidos fabricados con poliéster elaborado a partir de materiales capturado del Mediterráneo.
El material generado a partir de los residuos marinos es mezclado con otras fibras ecológicas, naturales, recicladas o recuperadas. Al menos 5% de su composición debe conllevar plásticos obtenidos del océano.
Entre algunas de las marcas más conocidas que utilizan los hilos de poliéster reciclado de SEAQUAL están Flex —en su edición SEAQUAL Pocket, un colchón cuya elaboración permite retirar hasta 65 botellas de plástico del mar— y Fiat en el interior de las versiones híbridas de Fiat 500 y Panda.
La marca de ropa Running Republic ofrece prendas deportivas fabricadas bajo criterios de sostenibilidad. Bajo esta premisa, sus tejidos son elaborados a partir de botellas y basura plástica recogida de océanos, así como del medio ambiente.
Su compromiso con el cuidado del planeta no se queda ahí. Además de elaborar sus productos con materiales reciclados u orgánicos, su producción busca ser ética y tener la menor huella de carbono posible.
Por ello trabajan con industrias locales donde se asegura el cumplimiento de los derechos humanos y salarios justos.
La marca barcelonesa Miahmo elabora prendas de baño a partir de materiales de proximidad y tejidos que contienen plástico y redes de pesca recicladas.
Asimismo, todos sus bikinis son confeccionados éticamente en Barcelona, a partir de patrones que buscan reducir el desperdicio de materiales.
La marca holandesa de mobiliario de oficinas Vepa cuenta con una colección de muebles elaborada a partir de residuos plásticos recogidos de las aguas, aunque en este caso no de mares y océanos, sino de los canales de Ámsterdan.
Para ello la empresa contó con la colaboración de Plastic Whale, una iniciativa centrada en recuperar residuos de este material vertidos en las aguas de la capital holandesa.
La colección incluye el diseño de una mesa de reuniones, sillas, una lámpara y paneles acústicos, todos ellos inspirados en las ballenas y elaborados a partir de botellas de PET recuperadas de los canales.
Creada en 2009, la marca de ropa española Ecoalf confecciona sus prendas a partir de botellas de plástico PET extraídas del fondo del mar y convertidas en poliéster 100% reciclado.
Para la recuperación de la basura marina en 2015 la firma creó el proyecto Upcycling the Oceans, centrado en recoger residuos plásticos de las aguas gracias a la colaboración de pescadores. La iniciativa cuenta en la actualidad con 40 puertos en España, y desde 2017 también tiene presencia en las costas de Tailandia.
La silla de oficina Smart Ocean está fabricada a partir de basura marina reciclada de redes de pesca.
El diseño sostenible de esta silla es el resultado de la colaboración entre el fabricante Humanscale y Bureo, una compañía emergente que desarrolla iniciativas para limpiar el océano de la contaminación marina generada a causa de redes de pescar abandonadas o perdidas.
Las redes recuperadas se transforman en pellets de nylon reciclado que sirve después para la fabricación de la silla.
Ubicado en San Sebastian, el estudio de diseño Aiba ofrece una segunda vida a las boyas abandonadas o perdidas en el mar, al reconvertirlas en lámparas colgantes.
La resina de PVC proveniente de las boyas va moldeándose para dar lugar a los distintos diseños, disponibles todos ellos con un acabado irregular en la textura resultado de su proceso de creación artesanal.
Cuidar el planeta es asegurar un futuro para las siguientes generaciones. Por lo cual, porque no incentivar la sostenibilidad desde los primeros años. Para ello la marca de juguetes Green Toy cuenta con un set de muñecos para jugar en en el agua elaborados a partir de plástico reciclado del mar.
Fabricados con plástico OceanBound 100% reciclado, el set no contiene BPA, ni PVC y están coloreados a partir de tintas ecológicas.
Shore-Tex es una tejido textil hecho completamente de plástico reciclado de mares y ríos de Filipinas y utilizado para confeccionar la colección de mochilas y cangureras Shore-Tex de Solgaard.
Para ello, la marca se ha asociado con The Plastic Bank que trabaja en Filipinas generando empleos en los que los locales recuperan la basura marina y la convierten en productos útiles.
Además de la creación de su colección sostenible, Solgaard se compromete a retirar 5 libras (unos 2,27 kilo) de residuos marinos por cada producto vendido de su colección Shore-Tex.
Gracias a ello, en 2019 la marca logró limpiar 75,000 libras (34,019 kilos) de desechos plásticos del océano.
Desde 4Ocean animan a utilizar esta pulsera como un recordatorio constante del intento de vivir de manera más sostenible, utilizando menos o con plástico reciclado en la vida diaria.
El brazalete está elaborado a partir de basura plástica extraída de las playas de Bali y ensamblado a mano. Además, por cada venta generada 4Ocean financia la retirada de 1 libra (0.45 kilos) de plástico del océano.
La firma española One Oak Brand es otra de las marcas de moda que apuesta por el plástico reciclado para confeccionar sus prendas.
En concreto, el diseño de sus mochilas conlleva entre ocho y 10 botellas de plástico reutilizadas. Una iniciativa que según las estimaciones de la compañía permitirían cerrar 2019 con un total de 60,000 botellas reutilizadas.
El compromiso de la firma con el medio ambiente va más allá y por cada producto comprado se comprometen a plantar un árbol en los distintos proyectos locales de reforestación que One Oak tiene activos por el país.
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