Un reportero de Seattle, Estados Unidos, pudo evitar con su trabajo que un avión Boeing 737 Max se estrellara; sin embargo, las autoridades encargadas de revisar las pruebas no se apresuraron a analizar la información. La consecuencia fue que en Etiopía, una unidad 737 Max con 157 personas a bordo se estrelló en marzo de 2019.
Dominic Gates, reportero especialista del sector aeroespacial para The Seattle Times, indagó a fondo las nuevas naves. Fue la caída de un Boeing 737 Max en Indonesia, en octubre de 2018, lo que desató meses de investigación. En ese accidente fallecieron 189 personas.
Primero, Gates acudió con la Administración Federal de Aviación (FAA), directivos e ingenieros. Gracias a información que obtuvo sobre el vuelo de la aerolínea indonesia Lion Air, Gates supo que tenía información “explosiva”.
“Cuando ocurre un accidente aéreo generalmente es por aeronaves viejas y mal clima. Pero algunos accidentes son diferentes”, dijo Gates en conferencia virtual organizada por la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación.
De acuerdo con Gates, Boeing informó a todos los pilotos de sus aeronaves que el accidente en Indonesia se debió a un nuevo sistema de software. “El nuevo sistema forzó la nariz del avión hacia abajo durante los 12 minutos de vuelo”, dijo.
Pero la FAA no tenía claro que los aviones de Boeing 737 Max contaban con un nuevo software. El problema con ese sistema es que brinda menos libertad al piloto para manejar el mecanismo trasero del avión. Esa falla provoca que la nariz del avión apunte al suelo.
El reportero, que cubre información aeroespacial desde hace 18 años, obtuvo el patrón del vuelo de Lion Air. Según le explicaron ingenieros que pudieron interpretar las gráficas que consiguió, al menos 20 veces el piloto intentó estabilizar esa aeronave. Y cada vez que lo intentó, el sistema redireccionaba el avión hacia abajo.
Con esa información, Gates se aseguró de tener todas las pruebas. Para lograrlo, sus fuentes le confiaron datos y gráficas bajo confidencialidad. Incluso, fuentes en la FAA, que certifica la seguridad de los aviones y el desempeño de Boeing fuera de Estados Unidos, colaboraron con él.
“Me di cuenta que mucha gente en la FAA no sabía sobre ese sistema de maniobras”, también conocido como MCAS, dice Gates. El accidente de Lion Air ocurrió en octubre de 2018 y para enero de 2019, Gates ya tenía ese detalle de información sobre las causas del accidente.
Boeing hizo una actualización de su procedimiento en caso de ese tipo de emergencia. Pero los cambios no se notificaron a la FAA, señaló el reportero. “La información estaba muy fragmentada. La FAA no tenía modo de entender la importancia de ese sistema (MCAS)”, dijo Gates.
Una vez que contaba con los elementos que probaban sus sospechas sobre el software, Gates buscó a Boeing. “Junté esta información, que me tomó meses, para armar la historia. Mandé todos los detalles a Boeing el 4 de marzo de 2019 y les pedí sus comentarios”, recordó el periodista.
Gates le dijo a la empresa que publicaría la historia el 17 de marzo. El accidente del vuelo 302 de Ethiopian Airlines, operado con un avión Boeing 737 Max, ocurrió solo unos minutos después del despegue el 10 de marzo de 2019.
En los últimos nueve meses, Boeing ha presentado una caída de 27% en sus ingresos con respecto al mismo periodo de 2019. Tras el accidente en Etiopía, los pedidos de sus aeronaves fueron cancelados en varios países.
Expertos en Línea buscó a Boeing pero la empresa no estuvo inmediatamente disponible para atender la petición de información.
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