El TMEC apuesta por un avance regional en materia de derechos laborales para mujeres; tema que posee un papel central en el acuerdo comercial, así como al combate a la discriminación y la violencia contra las mujeres.
Asimismo prevé alentar la llegada de mujeres al liderazgo de los sindicatos en México.
“Con la reforma del año pasado ya se han logrado importantes avances y también podrán tenerse resultados positivos en cuanto a la proporcionalidad en las directivas sindicales”, dijo el titular de la Unidad de Política Laboral y Relaciones Institucionales de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Alejandro Encina.
En el marco de la presentación del estudio TMEC, Reforma Laboral e igualdad de Género, el funcionario destacó que a pesar de los avances en la protección de los derechos laborales de las mujeres, esto no se ha reflejado en su llegada a las directivas sindicales.
El estudio forma parte de las acciones impulsadas por la Red de Mujeres Sindicalistas (RMS), en alianza con la Fundación Friedrich Ebert Stiftung, para articular diversas iniciativas ciudadanas en materia laboral relacionadas con el TMEC.
La autora del estudio, Aleida Hernández, investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, subrayó que la reforma laboral de 2019 es la más importante en México en mucho tiempo.
Explicó que el cambio hecho al marco legal del trabajo fomenta la democratización sindical así como la creación de un protocolo para atender casos de violencia.
«No va a haber cambio si el sindicalismo no cambia también, porque (…) una reunión sindical es una manera de funcionar que es muy masculina», destacó por su parte Louise Casselman, experta del Social Justice Fund Officer at Public Service Alliance of Canada
Por su parte, Enrique Larios, catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) apuntó que es importante terminar con los contratos colectivos de protección patronal que permiten la perpetuidad de las directivas sindicales a fin de garantizar el acceso de las mujeres a los puestos sindicales.
Sólo uno de cada diez trabajadores en México está sindicalizado y sólo 12% de los contratos laborales no son meras simulaciones; ya que implican aumento en los ingresos de los trabajadores y protegen efectivamente sus derechos laborales.
La autora del estudio destacó que en el capítulo 23 del Tratado, hay dos planteamientos fundamentales que sirven de pauta para impulsar reformas y políticas públicas: la no discriminación por razón de género y la atención a casos de violencia.
La autora enfatizó que ahora, el tema pendiente es lograr que en los procesos jurisdiccionales se resuelva con perspectiva de género.
Por su parte, Encinas explicó que el ingreso de nuestro país al Tratado fue condicionado a realizar una reforma laboral profunda que eliminara las juntas de conciliación y arbitraje tripartitas modernizara a las instituciones laborales y garantizara la democratización sindical.
Para concluir, la coordinadora del Diálogo Sindical y de Género de la fundación Ebert, Inés González, puntualizó que —aunque por primera vez el TMEC tiene una dimensión importante para los derechos laborales de las mujeres—, es fundamental que los trabajadores conozcan el contenido del acuerdo.
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