Las ventas de flores han tenido un desempeño de alto contraste durante la pandemia. Mientras que en los primeros meses de la emergencia sanitaria las ventas cayeron por la restricción a negocios no esenciales, poco después las coronas para difuntos comenzaron a venderse más.
Esto ocurrió con el principal centro de abasto de flores en la Ciudad de México, el mercado de Jamaica. En mayo de 2020 se ordenó el cierre de este mercado. Pero los comerciantes usaron sus casas y vendieron a pie sus flores, relató La Jornada.
Las medidas sanitarias les dificultaron a los comerciantes uno de sus principales días de venta. Pero solo unos meses después, en ese mismo mercado los arreglos fúnebres crecieron 75%, según datos del diario El Norte.
Por ejemplo, Deborah De La Flor —florista durante más de 40 años— nunca experimentó un febrero como este.
«En el momento en que alguien envía una tarjeta de ‘Te amo’, otro envía una tarjeta de ‘Te amaba’», dijo De La Flor. Ella está preparando ramos de flores y tarjetas para el Día de San Valentín —el momento más activo y rentable del año para los floristas–; mientras completa las órdenes de quienes perdieron a seres queridos debido al Covid-19.
De La Flor, de 62 años, dirige De La Flor Florist & Gardens cerca de Fort Lauderdale, Florida. En tanto, a 8,000 kilómetros de distancia en Los Angeles, el vendedor de flores Fernando Peralta ha ayudado en los últimos meses a más de 100 familias que han perdido a un familiar por coronavirus. Muchos eran clientes desde hace tiempo.
«Un día ves a ese cliente, al día siguiente no está más», dijo Peralta, de 23 años. Y contó el caso de una madre que durante años había comprado flores para sus hijos. Recientemente, su hijo y su hija fueron a buscar rosas para el funeral de su madre.
La industria de las flores —de 35,000 millones de dólares (mdd) en Estados Unidos— está quizás más involucrada en la alegría, el dolor y los hitos familiares que cualquier otra. Los vendedores de flores llegan al Día de San Valentín —el 14 de febrero— con una cifra de muertos por Covid-19 que supera los 463,000 en Estados Unidos.
En tanto, México se convirtió recientemente en el tercer país a nivel mundial con más muertos por esta enfermedad. Ambos países casi a diario rebasan su cifra de muertos y contagiados.
La industria mexicana involucra a 25,500 productores de flores de al menos 12 estados. Pero con la pandemia sus ventas, de aproximadamente 2,000 millones de pesos en el mercado interno, se vieron fuertemente afectadas, de acuerdo con datos del sitio especializado Imagen Agropecuaria.
Por ejemplo, solo en el Estado de México las ventas de flores cayeron 80% en mayo pasado, de acuerdo con El Universal. Las flores que no se pudieron vender simplemente se echaron a perder.
Ahora, la industria en Estados Unidos se enfrenta a un nuevo desafío. Según la Sociedad de Floristas Americanos, la mayoría de las flores vendidas en ese país se importan de Ecuador y México.
Tras el aumento de pedidos en los últimos meses —muchos de ellos online— se ha tensado la cadena de suministro. Esto ha llevado a la falta de espacio en los aviones y camiones para entregar flores a tiempo, dijo Christina Stembel, fundadora y presidenta ejecutiva de Farmgirl Flowers, una compañía nacional de comercio electrónico de flores.
Con información de Reuters.
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