La tecnología es uno de los sectores que más está creciendo y en donde se están dando las mejores oportunidades laborales. Según el Informe Empleos Emergentes 2020 de LinkedIn, la tecnología digital es el punto común de los trabajos del futuro.
No obstante, en el tema de la inclusión de la mujer, aún le falta mucho por recorrer a esta industria. De acuerdo con datos de LinkedIn, únicamente el 27% de los puestos directivos en empresas de tecnología son ocupados por mujeres; además, en estas empresas las mujeres sólo constituyen 25% de la fuerza laboral.
“Desde ahí empezamos a ver grandes problemas en cuanto a la inclusión y la diversidad de los equipos en la industria tecnológica; esto trae consecuencias negativas, no solo en la parte de la economía del país o del retorno de inversión de las empresas, sino en la parte de la innovación”, dijo a Expertos en Línea Laura Figueroa, Product Manager de BEDU y ganadora de la vertical de inclusión financiera de Talent Land en 2019.
Según datos del estudio de McKensey, Women Matter MX, además de ser un imperativo de justicia social, cerrar la brecha laboral de género presenta una oportunidad para agregar 12 trillones de dólares adicionales al PIB total global y 0.8 trillones de dólares adicionales, es decir un 70%, al PIB de México.
Laura Figueroa comenta en entrevista que una de las cadenas que parte de la poca participación de las mujeres en la industria tecnológica surge por la falsa creencia de que las niñas y jóvenes no se interesan por carreras STEM (acrónimo de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, en inglés).
“Microsoft sacó un estudio muy reciente que tendrá dos años, en donde observó el comportamiento de niñas y adolescentes con respecto a sus intereses frente a la tecnología. Descubrió que decae mucho después de los 15 años, antes de esta edad, muchas niñas y adolescentes muestran interés genuino en estas disciplinas, el cual decae por estereotipos de género desde la crianza”, dijo.
Un estudio realizado por el Centro de Investigación de la Mujer en Alta Dirección (CIMAD) del IPADE y Movimiento STEM, respalda lo dicho por la experta y agrega que existen dos barreras importantes que provocan este fenómeno.
La primera se trata de factores individuales como la autopercepción, la eficacia personal y el interés por ciertas materias. La investigación descubrió que las niñas tienen una percepción errónea sobre su propia capacidad intelectual y desempeño; factores fuertemente influenciados por estereotipos de género establecidos en la familia.
“Cuántas veces no hemos visto que a las niñas se les dice que la ingeniería es una materia de hombres; o que las matemáticas son muy complicadas. Que los suyo son carreras como enfermería para cuidar personas, o historia porque eso es más fácil”, comenta Figueroa.
Otro factor explicado por el IPADE, apunta a la motivación por parte de los padres y profesores a que las niñas no se incluyan en materias STEM, muchas veces por la existencia de estereotipos de género, la influencia de los compañeros y la falta de modelos a seguir.
“La poca visibilidad de los roles femeninos dentro de esta industria, o sea de espacios de visibilidad de la mujer es importantes; porque una niña o adolescente se puede ver reflejada en una mujer científica, astronauta, ingeniera, doctora”, comenta la especialista.
De acuerdo con la Product Manager de BEDU, cuando las mujeres se incorporan en el tema operativo y de liderazgo en la industria tecnológica, también se abre una nueva ventana a la innovación.
“Un ejemplo que me gusta mucho dar de por qué es importante que los equipos tecnológicos tengan mujeres es lo que sucedió con Apple”. En 2015, Apple lanzó su primera versión del Apple Watch, un dispositivo que entre sus funciones contaba con una aplicación de salud.
“Con esta aplicación podías medir tus pasos, el ritmo cardíaco, las horas de sueño, muchos aspectos de la salud del usuario; pero algo que no tenía era una registro o medición del ciclo menstrual”, cuenta.
Apple se tardó más de 3 años en incorporar esta función a la aplicación de salud; y de acuerdo con Figueroa, esto sucedió por la poca participación de las mujeres en los equipos de desarrollo.
“Es importante porque 50% de la población en el mundo son mujeres; y menstruamos 40 años de nuestra vida y es increíble que no se les haya ocurrido meter un registro. Ocurre porque la mayoría de los equipos que conforman los equipos tecnológicos son hombres, porque obviamente a una mujer no se le hubiera pasado algo tan fundamental”, señaló.
De hecho, el papel de la mujer en el ámbito de la innovación es algo que existe, pero del que no se tiene visibilidad clara. Al respecto, la ingeniera industrial Laura Tremosa, en su libro “La Mujer ante el desafío tecnológico”, desmiente el mito de que las mujeres habían estado alejadas de la innovación tecnológica.
En el libro, basado en estudios de la ciencia antropológica, la escritora recuerda que fueron mujeres las protagonistas en la elaboración de herramientas para la agricultura, la cerámica, el vestido y la construcción de cabañas. Todas invenciones tecnológicas que se desarrollaron progresivamente para asegurar la supervivencia y bienestar de la humanidad.
Sobre los beneficios que puede obtener la industria de la tecnología al incluir a mujeres en puestos directivos, Laura Figueroa recuerda el estudio “When Women Lead, Firms Win” elaborado por la firma S&P Global Market Intelligence, en donde se analizaron a empresas de todo el mundo durante 17 años para medir el beneficio del liderazgo de las mujeres.
“Lo que hicieron fue observar a mujeres en un periodo tiempo y cuando ellas tomaban cargos de liderazgo, de dirección como CEO y todo el alto nivel. Descubrieron que las empresas donde ellas estaban liderando, se hicieron más rentables, y empezaron a producir mejores rendimientos en el precio de sus acciones cuando son públicas”, señala.
Según el estudio de S&P, durante su mandato, estas líderes generaron un total de 1.8 billones de dólares más en beneficios que la media de su sector. Por ejemplo, una de las firmas con un CFO femenino (dirección financiera) generó 208.6 millones en ganancias brutas en un trimestre determinado.
Además, descubrieron que la presencia femenina en los consejos de administración de las empresas cotizadas cada vez era mayor. Según el estudio Women Matter Mx, las compañías con una mayor representación de mujeres en niveles directivos tienen un valor económico agregado (EVA) 28% mayor; así como un margen de ganancias (EBIT) 55% mayor y un retorno sobre el capital (ROE) 47% mayor.
En tanto, S&P descubrió que en el tema de la diversidad de género en los altos mandos también mejoraba la situación general de las compañías.
“El estudio encontró que aquellas compañías que cuentan con el doble de miembros del consejo mujeres y con una alta diversidad de género en sus juntas, eran más rentables que aquellas con baja diversidad de género”, explicó Laura Figueroa.
Finalmente, la especialista recuerda que pese a todos los beneficios, para esta y otras industrias, de la inclusión de las mujeres en el alto nivel, aún queda mucho camino por recorrer.
Según McKensey, las oportunidades de avanzar en la jerarquía corporativa para las mujeres son limitadas; ya que son promovidas en una medida mucho menor que los hombres.
Mientras que hombres y mujeres albergan la misma ambición por progresar dentro de sus empresas hasta alcanzar niveles de alta dirección; la realidad es que un hombre tiene 88 veces mayor probabilidad de lograrlo.
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