El Internet es el mejor aliado de los negocios en esta pandemia. Muchas empresas en todo el mundo mantienen sus ventas por este medio, incluso la moda vintage se beneficia.
Por ejemplo, en la casa de subastas Artcurial —con vista a las boutiques cerradas de la avenida de los Campos Elíseos de París—, la experta en moda vintage Clara Vivien supervisa la venta de cientos de chaquetas, zapatos y accesorios con joyas de Chanel, todo en línea.
Aunque París puede ser la capital mundial de la moda, un tercer confinamiento por Covid-19 redirige una vez más a los amantes del lujo a las compras en línea. Las personas con tiempo de sobra y dinero para gastar están en busca del próximo vestido vintage de Chanel o bolso Hermès.
Lo vintage ya disfrutaba de un renacimiento, declaró Vivien, impulsado por una creciente incomodidad con la «moda rápida» entre los consumidores. También, por una mayor conciencia ambiental. Pero la pandemia lo volvió online.
Las ventas de moda y ropa vintage en línea se cuadruplicaron en las subastas en línea en Francia en 2020 comparado con los niveles anteriores a la pandemia a 6.2 millones de euros (125 millones de pesos), según el agregador de casas de subastas en línea Interencheres.
De hecho, las ventas de moda y artículos en un mercado de segunda mano es una forma sustentable de encarar los retos del cuidado al medio ambiente.
La Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) señala que la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo.
También, los datos de la UNCTAD indican que la creación de ropa utiliza cada año 93,000 millones de metros cúbicos de agua. Este es un volumen suficiente para satisfacer las necesidades de cinco millones de personas. Además, cada año se tiran al mar medio millón de toneladas de microfibra, lo que equivale a tres millones de barriles de petróleo.
«Lo vintage está explotando en el mercado de segunda mano», dijo Vivien. «La gente no puede entrar a las boutiques y entonces compra en subastas en línea». Sin embargo, las ventas de moda vintage a menudo implica artículos que no pierden su valor.
Ahora, los bolsos se venden particularmente bien. «La gente que compró hoy un bolso Chanel o Hermès se deleita al saber que su inversión no deja de crecer; y que con la pandemia aumenta sin un final a la vista», dijo Vivien.
Antoine Saulnier, un subastador en Gros & Delettrez, dijo que las ventas de moda que antes de la pandemia podrían haber atraído a 100 compradores en línea. Ahora convocan cinco o 10 veces ese número.
«Como resultado, los precios de algunos artículos están subiendo», indicó Saulnier mientras se preparaba para la venta de casi 600 artículos de Vuitton esta semana.
Con información de Reuters.
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