Los conductores de Amazon, muchos de los cuales son subcontratados, conocieron a principios de este mismo año los planes de la compañía de instalar en las furgonetas de Estados Unidos un sistema de cuatro cámaras con sensores biométricos.
La herramienta sería capaz de monitorear si el conductor aparta la vista de la carretera; también, si acelera o incluso si bosteza. Además, podrá enviar notificaciones en tiempo real a los jefes. Muchos de los repartidores encontraron esta práctica invasiva, y al menos uno dejó su trabajo por esta razón.
Cuando se le preguntó por este sistema y por la dimisión en protesta, Amazon reaccionó enviando opiniones y testimonios positivos de varios de sus trabajadores en un comunicado. «Invertimos en seguridad en todo nuestro negocio y ahora hemos empezado a desplegar un sistema de cámaras y tecnologías de seguridad líderes para nuestra flota de furgonetas».
En abril de 2019, Business Insider adelantó cómo Amazon instalaba un sistema para rastrear los descansos (o el tiempo que no están trabajando) de sus trabajadores de los almacenes. Según las indagaciones de entonces, el sistema podía provocar el despido de una persona sin involucrar a ningún supervisor humano.
En un comunicado, Amazon lo negó: «Es absolutamente falso que los empleados sean despedidos con un sistema automático». Incluso, mantuvo que, a pesar del rastreo automático, las decisiones sobre personal seguían involucrando a responsables.
Los descansos son clave en la votación para organizarse en un sindicato de los trabajadores de Amazon en Bessemer, Alabama. Una trabajadora contaba a Business Insider que fue injustamente castigada por el sistema; al que acusa además de no ser lo suficientemente transparente. La trabajadora denunció en este medio que los gerentes tienen la capacidad de editar los tiempos de descanso a su discreción.
Este video, que fue incluido en un artículo de junio del año pasado —y que se eliminó del canal de YouTube de la multinacional—, enseña cómo funciona el asistente autónomo que comprueba la distancia social. Alrededor de los trabajadores hay círculos verdes. Estos se vuelven rojos y se iluminan si los trabajadores se acercan a menos de 2 metros entre ellos.
Tras comprar Whole Foods, Amazon comenzó a analizar el potencial de que la plantilla de cada supermercado de la cadena se acabase sindicalizando. Entre los factores a tener en cuenta se incluía:
De estas métricas, ya hizo eco en abril del año pasado Business Insider, y aparecieron en una clasificación de los por entonces 510 supermercados; ordenados por la probabilidad de que surgieran (o no) asambleas de trabajadores en ellos.
En un comunicado sobre este mapa, Amazon detalló que «el mapa de calor sobre las relaciones de los miembros del equipo está diseñado para identificar tiendas en las que haya riesgo de organización sindical».
Cuando Business Insider pidió declaraciones a un portavoz de la multinacional, este respondió que la compañía prefiere la relación directa con los empleados, y no la interlocución a través de un sindicato.
Documentos filtrados de Amazon demostraron el año pasado que Amazon trabajó con la agencia de espionaje Pinkerton. Esta es conocida por sus trabajos en contra de la organización sindical, según destapó Motherboard.
En diciembre del año pasado elDiario.es aseguró que la gente de Pinkerton se infiltró en una huelga en Barcelona, para vigilar tanto a trabajadores como a periodistas. Entonces, Amazon aseguró a Business Insider que todas las acciones que llevan a cabo «están en línea con la legislación local y el conocimiento y apoyo absoluto de las autoridades».
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