La Asociación de Cerveceros Artesanales de México (Acermex) tiene como su representante a Cristina Barba Favá, quien se desempeña como directora general del organismo desde hace un año.
Como líder de las cervecerías artesanales, Barba abre paso a las mujeres en este sector que tradicionalmente se identificaba como un mundo de hombres, señala. Pero el talento femenino va ganando terreno en puestos cada vez más altos.
De hecho, una encuesta que presentó la Acermex en marzo, indica que esta industria da empleo a 8,730 personas. Entre ellas, 33% son mujeres de las cuales 16% son madres solteras, dijo entonces Matías Vera Cruz Ducreit, consejero de la asociación.
“Tuve la fortuna de ser invitada por Acermex a colaborar. Venía de trabajar en la Cámara de Comercio de Guadalajara por siete años. Entonces, me motivaba mucho usar mi experiencia en temas de representatividad, por ese motivo comencé a dirigir la Asociación”, contó Barba en entrevista con Expertos en Línea.
El primer desafío de la directora general de la Acermex —que asumió el puesto cuando inició la pandemia— fue la comunicación. “Fue el primer eje en el que dirigí mi atención, para conocer las necesidades de los empresarios en esta industria”, dijo. Además, Barba atiende otros ejes de acción igual de urgentes como:
Ahora, en estos desafíos también se conjuga una participación más equilibrada de las mujeres en la industria de la cerveza. “Entre tres y cuatro personas que trabajan en un cervecería son mujeres. Pero ya no es cuántas sino qué puestos llevan estas mujeres. Hay desde directoras generales hasta maestras cerveceras”, destacó Barba.
Incluso, la directora destacó que el papel de las mujeres en este sector no solo está en lo administrativo sino en los procesos de producción de la cerveza. “Quizás el mayor reto para las mujeres es romper paradigmas (…) El segmento de bebidas alcohólicas ha sido una industria liderada por hombres, entonces representamos el cambio de los oficios que podemos tener”. Y estas mujeres lo demuestran.
Fiscal es la co-fundadora y maestra cervecera en la Cervecería Cuatro Palos. Justo ahora tiene siete meses de embarazo y espera a su primera hija mientras se hace cargo del negocio.
“El mayor reto en una industria, en donde la mayoría son hombres, es que la gente conozca que también somos muchas mujeres trabajando para hacer buena cerveza. En Cuatro Palos buscamos dar a conocer que tanto hombres como mujeres tenemos espacio en toda la cadena de suministro y cada uno aporta desde su individualidad”, dijo.
Otra co- fundadora de una cervecería es Coca Zárate. Además, ella diseña las recetas y está a cargo del marketing y ventas. Su trabajo, al igual que el de muchas mujeres, nunca se acaba porque tiene tres hijos y una perra que también exigen de su tiempo.
“El mayor reto de ser madre y emprendedora es encontrar un balance con el tiempo. Tengo una pasión muy grande por lo que hago y busco dedicarle tiempo de calidad. Y es lo mismo con mis hijos pero multiplicado por tres”, compartió.
Rodríguez es la directora general de Baja Brewing Company, y también se desempeña como madre de un adolescente de trece años. “Nuestra cervecería abrió sus puertas justo tres meses después del nacimiento de mi hijo; por ello, desde un principio tuve que encontrar la forma de estar presente para ambos sin descuidarlos”, señaló.
Una de las lecciones que le dejó el reparto de su atención es el trabajo en equipo. “Creo que la única forma de alcanzar el balance es reconociendo que necesitamos ayuda”, dijo. Para lograrlo, destacó que el apoyo en su red de confianza le ayuda a cuidar de ambas facetas.
“Me siento orgullosa de darle a mi hijo un ejemplo congruente con mis convicciones. Quiero que crezca y crea en un mundo en el que las mujeres podemos elegir ser muchas cosas simultáneamente”, añadió.
Como emprendedora, Arellano se reparte entre sus responsabilidades con la cervecera familiar y su pequeño hijo de casi cuatro años. Para ella, la cervecera es un desafío divertido que le exige poner a prueba todas sus habilidades.
“Me encanta la parte de dar catas y compartir con otros la emoción que para mí es hacer y vivir de la cerveza; también me da muchísima emoción la parte financiera y por último el trabajo de análisis sensorial, donde tengo que revisar que la cerveza me guste a mí, pero sobre todo que vaya a ser del agrado del público”, explicó.
Arellano coincide con sus colegas en que la gestión del tiempo es un gran reto. “Los niños y las cervezas necesitan lo mismo para ser algo grandioso en la vida y eso es tiempo y dedicación”, dijo.
Sin embargo, ese nivel de exigencia le ayuda a ser más eficiente y organizada para cumplir con sus diferentes facetas.
Por su parte, Rosas, como co-fundadora y directora de marketing y branding de Calavera también tiene la fortuna de tener dos hijos. Ella reconoce que para las mujeres emprender en el mundo de la cerveza también viene con sacrificios.
“Una de las etapas más difíciles es cuando los hijos son muy pequeños, y desafortunadamente no se puede estar absolutamente todo el tiempo con ellos, como me hubiera gustado”, recordó.
Sin embargo, emprender tiene muchas satisfacciones para esta directora. “Me gusta poder hacer un producto que la gente pueda disfrutar y se pueda volver una experiencia integral. Me apasiona construir una empresa que tiene una filosofía basada en realizar un trabajo con calidad, profesionalismo y cariño, y donde somos conscientes de nuestro entorno, tanto social como ambiental, y estamos trabajando todo el tiempo para mejorar”, dijo.
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