La crisis económica que trajo la pandemia de Covid-19 detuvo momentáneamente el gasto en artículos de lujo. Aunque China lidera la recuperación en esa industria, para el primer trimestre de 2021 se incorporó Estados Unidos al consumo de lujo.
Un estudio de Bain & Company indica que la industria de lujo volvió a crecer a principios de este año, con un crecimiento de hasta 1% en comparación con 2019. La comparación se hizo a dos años porque “la industria lo considera como el último año comparable”.
De acuerdo con este análisis, que el consumo se reactive en Estados Unidos es una buena noticia, considerando que es uno de los países más afectados por la crisis sanitaria. No obstante, el documento aún no tiene buenas noticias para Latinoamérica, donde “la pandemia sigue arrasando”, indica.
“La aceleración de esta región (Estados Unidos) clave es una de las nuevas tendencias destacadas, junto con la importancia del toque humano junto con las interacciones digitales y la creciente presencia de marcas en el mercado de segunda mano”, señala el documento.
Sin embargo, las perspectivas para 2021 son inciertas todavía. Se espera que el mercado alcance entre 306,000 y 361,000 millones de dólares (mdd), dependiendo de dos escenarios descritos en el informe.
De acuerdo con el «Estudio de lujo de Bain & Company 202, actualización de primavera» publicado en colaboración con Fondazione Altagamma —fundación italiana de fabricantes de bienes de lujo—, señala que el repunte de esta industria puede tener dos escenarios:
Mientras la industria del lujo atravesaba la crisis en los momentos más duros de la pandemia, algunas tendencias de compra se consolidaron y continuarán en los próximos meses. Por ejemplo:
Las mejoras macroeconómicas en Estados Unidos, donde el mercado bursátil es dinámico. Ahí, hay una mayor confianza de los consumidores y gracias al rápido lanzamiento de la vacuna son dos factores que “contribuyen a una fuerte recuperación”.
Además, Bain & Company observa los nuevos centros urbanos y el crecimiento de áreas suburbanas; así como el aumento de la relevancia subcultural y la mentalidad de próxima generación.
Es un hecho que la pandemia impulsó a las marcas de lujo a la era de lo digital a un ritmo imprevisto. Bain estima que más de 85% de las compras de lujo fueron influenciadas digitalmente en 2021. Pero el contacto humano en las compras de lujo es necesario; ya sea en la tienda o de forma remota, “estas interacciones desempeñarán un papel fundamental para mantener la lealtad del cliente”.
La consultora prevé que el mercado de segunda mano del lujo tendrá un valor de 34,300 mdd en 2020; mientras que en 2019 alcanzó 32,000 mdd. El mercado de artículos de lujo usados abarca a consumidores jóvenes —que compran principalmente productos aspiracionales—; también a los coleccionistas.
“Las marcas se han visto obligadas a romper el libro de jugadas e innovar rápidamente a la luz de la crisis”, dijo la socia de Bain & Company y coautora del informe, Federica Levato.
“A medida que, con suerte, la vida comienza a volver a la normalidad, los clientes esperan una relación humana con las marcas gracias a la tecnología. Los ganadores deberán mantenerse en contacto directo con las tendencias clave que dan forma al nuevo estilo de vida normal”, añadió.
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