¿Tienes algún producto o servicio que crees que pueda venderse fuera de México? Te sorprendería saber que algunos emprendedores comenzaron a ver crecer sus negocios cuando se decidieron a exportar.
Aunque sin duda, la crisis económica que trajo la pandemia de Covid-19 afecta a varias industrias, una forma de superarlo es llegar a otros mercados. Así lo ve Rubén Galindo, director general de CapitalTech, una fintech que financia a pequeñas y medianas empresas (pymes).
Ahora que las restricciones sanitarias comienzan a bajar su intensidad con el descenso de casos en México, la reactivación económica tomará mayor velocidad, considera Joel Martínez, economista y director de Visor Financiero.
Con este escenario puesto, las pymes que buscan crecer y no tienen recursos para comenzar pueden recurrir a las sociedades financieras de objeto múltiple (sofomes), bancos y otras formas de financiamiento.
“La gran diferencia de CapitalTech con los venture capital es que ellos van a invertir en equity (adquisición de parte de la empresa); mientras que nosotros o cualquier otra financiera digital va a hacer un préstamo, un crédito”, destacó Galindo en entrevista con Expertos en Línea.
Aunque el origen de CapitalTech es de una sofom —que opera desde hace 10 años— su vocación se transformó con la adquisición de la fintech Konsigue. Esta empresa —ahora como parte de CapitalTech— se dedica a otorgar créditos con ayuda de la tecnología.
La diferencia de las fintech contra la banca tradicional es que sus procesos pueden ser mucho más ágiles. “Atendemos a las pymes que luchan por crecer, en especial a las del norte, que tienden a tener necesidades dolarizadas o en otras divisas. Desde hace dos años lo hacemos de manera digital, de manera más rápida con presencia prácticamente en toda la República”, dijo el directivo.
El nicho de mercado que atiende esta fintech es el de empresas que buscan diversificar sus ingresos a través de las exportaciones. Mientras que grandes instituciones financieras “no entienden” las urgencias de liquidez de este segmento, las fintech pueden aprovechar a ese sector, explicó Galindo.
“Tenemos startups que están comenzando desde cero a exportar. Empezaron con productos para el apoyo del tema del Covid-19 como geles antibacteriales. Y ahorita que no hay tanta necesidad están cambiando sus líneas de producción a otros productos. Otro tema que viene fuertísimo es agro —de frutas y verduras— esa industria se enfrenta a exportar a Estados Unidos”, dijo Galindo sobre los clientes de la fintech que encabeza.
Además, el directivo explicó que si bien la economía mexicana recibe un impulso de la recuperación de Estados Unidos, no se puede depender de ese brío. “Observamos que las empresas que se dedican a la exportación, y en menor medida la importación de productos y servicios, son las empresas que van a tener un futuro bastante glorioso de esta pandemia a los siguientes años”, agregó.
En varias ocasiones, la prensa nacional dio cuenta de fraudes que se cometieron a través de sofomes a ahorradores, como el caso de Ficrea. También, algunos defraudadores suplantan la identidad de sofomes que cuentan con sus registros ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Cada vez es más difícil que se puedan cometer fraudes contra las sofomes porque al elevar su nivel de digitalización, como las fintech, la protección a los recursos se incrementa.
“Nuestra ventaja —al ser una institución más pequeña, flexibles y adaptable que la banca tradicional— es que muy rápido podemos adaptar o implementar una herramienta de geolocalización o validación de documentos”, señaló el directivo.
Además, la Condusef tiene disponible el Módulo de Atención Remota Generalizado (Margo), donde los usuarios de servicios financieros pueden presentar quejas de manera remota todos los días a cualquier hora.
Por su parte, la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (Asofom) señala que los fraudes en la solicitud de créditos vía internet aumentaron 30% en los últimos meses. Por ello, la asociación impulsa certificaciones y capacitaciones para prevenir cualquier tipo de vulneración a las empresas y usuarios.
Ante ello, la propia Condusef tiene clasificaciones para las sofomes, reguladas y no reguladas, que sujetan a estas instituciones a revisiones permanentes si quieren mantenerse operando. La digitalización es lo que permite mantener la seguridad al día para contrarrestar la sofisticación de las vulneraciones. Este es un reto para todas las fintech.
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