El mundo digital ha crecido de manera exponencial, en particular con las experiencias que vivimos el año pasado. Actualmente, casi 60% de la población mundial tiene acceso a internet según el Banco Mundial, la potencia de procesamiento continuará duplicándose cada dos años y la cantidad total de datos a nivel mundial se triplicará para el 2025.
Y esta transformación digital es un tema que está impactando a todas las industrias y también a los gobiernos, los cuales han tenido que acelerar el acceso a la población a procesos y trámites que anteriormente se realizaban en físico, pero que debido a la contingencia sanitaria debieron trasladarse al mundo del internet.
De acuerdo un estudio sobre los hábitos de consumo de internet en 2020, elaborado por la la Asociación de Internet MX, el año pasado se aumentaron significativamente la mayoría de las actividades digitales en México, donde llama la atención que mientras en 2019 un 31% de los entrevistados utilizó internet para realizar alguna gestión con gobierno, en 2020 esta cifra se incrementó a 48% de las personas.
Por su parte, un análisis de McKinsey & Company ubica a México como el país líder entre aquellos países con un PIB comparable al suyo, y en el lugar 55 en madurez digital gubernamental de entre 151 países.
Asimismo, de acuerdo con información del Project Management Institute (PMI), como resultado de la transformación digital en el gobierno, nuestro país ocupa la quinta posición en la última clasificación de políticas de datos abiertas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Lo mismo estima el Índice GovTech de Iberoamérica, que colocó a México en la quinta posición, entre 14 países analizados de Latinoamérica, así como España y Portugal.
La implementación de tecnologías de la información en el gobierno ha servido como una herramienta para mejorar procesos, promover la participación ciudadana y consolidar los servicios digitales que se ofrecen a la sociedad.
Algunos ejemplos son los diversos servicios digitales que van desde la obtención de cédulas profesionales hasta la emisión de actas de nacimiento. Otro ejemplo es la Ciudad de México, que a inicios de 2020, a través de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), presentó el sistema Llave CDMX, un sistema que permite a los ciudadanos realizar hasta 19 trámites y servicios en línea relacionados con oficinas de la administración pública local.
Otro caso importante fue el del estado de Oaxaca, que en plena pandemia habilitó aplicaciones móviles (IOS y Android) para la obtención de licencias de conducir digitales.
Gracias a estas herramientas digitales, los gobiernos agilizan los servicios que ofrecen a los ciudadanos, algo que va de acuerdo a los lineamientos de la OCDE para cumplir con el nombramiento de gobierno digital.
Según la organización, llegar a estos objetivos requiere de un sólido liderazgo y acuerdos de los altos funcionarios pues son factores relevantes para poder cambiar las regulaciones gubernamentales preestablecidas.
En México, desde que inició el proyecto gob.mx en 2014, el gobierno ha reunido 34,000 bases de datos de 250 instituciones gubernamentales y 5,400 servicios públicos. También lanzó un nuevo sistema digital de pagos que podría ahorrarle más de 250 millones de pesos anuales en salarios, pensiones y programas sociales.
Gracias a esta transformación digital, México cuenta con el segundo sistema más grande del mundo para realizar pagos del gobierno a los ciudadanos, de acuerdo con datos de PMI.
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