La Fórmula E es mucho más que un evento deportivo diseñado para los amantes del automovilismo: es el punto donde se encuentran la tecnología, la innovación y los nuevos desarrollos que moldearán la movilidad en un futuro no muy lejano.
En este entorno de pistas, escuderías, garajes y pilotos que corren a toda velocidad, poniendo a los vehículos en situaciones extremas, es donde la firma especializada en electrificación y automatización ABB sienta las bases para el futuro de los vehículos comerciales.
Desde 2010, esta firma suiza inició en el negocio de los cargadores eléctricos; aunque hace más de 130 años que está involucrada en temas de movilidad. Por ello, “consideramos que la combinación de Fórmula E y ABB era la correcta en movilidad sustentable”, dijo Vicente Magaña, country managing director de la empresa para México.
La Fórmula E se ideó en 2010, durante una cena en París entre el fundador del campeonato, Alejandro Agag, y Jean Todt, presidente la FIA. En 2014, el proyecto se inauguró en China y desde entonces ha crecido de manera importante. En 2021, se convirtió en un campeonato mundial.
“Se creó con el objetivo principal de acelerar la adopción de vehículos eléctricos y fomentar prácticas sostenibles; creando conciencia sobre los beneficios de conducir autos eléctricos y cómo la movilidad limpia puede contrarrestar el cambio climático”, señala ABB, quien ha sido uno de los principales aliados e impulsores del evento.
La marca ha estado presente desde la primera generación de vehículos eléctricos hasta ahora, cuando está próxima a salir la tercera generación. Y no tiene un papel menor. En 2020, se dio a conocer que la empresa sería la encargada de proporcionar la tecnología de carga de los monoplazas.
Esta alianza, además de beneficiar a los competidores y a la justa automovilística, también se reflejará en nueva tecnología y mayor seguridad para los autos eléctricos comerciales, dice Vicente Magaña.
“En los cargadores tenemos diferentes tipos, desde los normales que van en casa hasta los rápidos y los ultrarrápidos. Imagina que estás en un trayecto de Ciudad de México a San Luis Potosí y a la mitad del trayecto necesitas hacer una carga. Con estos cargadores —rápidos y ultrarrápidos— puedes cargar en 8 minutos y tienes un rango de 200 kilómetros”, comenta.
“Esta combinación lo tomamos de la pista; que se haga en las condiciones más severas y que podamos llevar la tecnología de forma segura, inteligente, a la vida cotidiana”.
En este sentido, la marca también tiene desde el año pasado una colaboración con Porsche para promover la movilidad eléctrica. Esto les permite mejorar la experiencia de los usuarios para los autos comerciales en el futuro.
Vicente Magaña está seguro de que ha habido grandes progresos en cuestiones de movilidad eléctrica en México y el mundo, aunque a distintas velocidades dependiendo de las capacidades de cada país.
De donde ha visto mayores avances, retoma tres pilares que ayudarán al crecimiento de la industria y a crear opciones de movilidad menos dañinas con el medio ambiente que aquellas impulsadas por combustibles fósiles.
En primer lugar, el directivo refiere la actuación de la industria privada, tanto de la parte de los fabricantes como de los consumidores. “Conforme evolucione el sector y se vaya masificando, se hará más accesible”, señala.
El segundo punto es la creación de infraestructura para garantizar la disponibilidad y la calidad de los servicios. “Se tiene que fortalecer la red para que mientras alguien carga un vehículo no se caiga la electricidad de todos los vecinos”.
Y, finalmente, considera necesario tener más políticas públicas que favorezcan la electromovilidad y atraigan a los fabricantes a ciertos mercados. Sobre esto, considera que México es punta de lanza en América Latina, pues a nivel local se tienen legislaciones que permiten a los autos eléctricos operar todos los días e incluso tengan facilidades fiscales.
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