Mueves la mano a tientas en la oscuridad de tu habitación para tomar tu celular de la mesita de noche… y pum, se cae al suelo dejando su pantalla hecha añicos.
En menos de lo que crees este desafortunado hecho cotidiano podría ser historia gracias al material de autocuración más resistente del mundo, recientemente desarrollado por un grupo de investigadores indios.
El descubrimiento nació en el Instituto Indio de Educación e Investigación Científica (IISER), Kolkata.
Se trata de un material con capacidad para reparar las pantallas estrelladas de los smartphones en menos de un segundo. Es duro, transparente y se cura automáticamente cuando se agrieta.
Tal y como recuerda Interesting Engineering, la ciencia de materiales lleva décadas intentando conseguir resultados en torno a la autocuración.
Desde la espuma inteligente creada en la Universidad Nacional de Singapur para que los robots se reparen a sí mismos y detecten objetos; hasta los pequeños robots nadadores acuñados por la American Chemical Society, que son capaces de curarse de forma magnética.
¿Cuál es el principal problema? La mayoría de los materiales autocurativos descubiertos hasta la fecha son blandos y amorfos; tienen una estructura interna marcada por irregularidades y defectos; y demandan para su funcionamiento algún estímulo externo como calor, luz o un agente químico.
Telegraph India explicó las claves de este nuevo material autorreparable: es orgánico y cristalino, con una estructura molecular interna única que se repara espontáneamente cuando se daña.
Los científicos utilizaron una aguja para desencadenar grietas leves a severas en un segmento del material y observaron cómo estas se revertían automáticamente en una fracción de segundo después de que se retiraba la presión de la aguja.
Sus aplicaciones pueden ir mucho más allá de luchar contra la obsolescencia de los celulares y tabletas reparando pantallas inteligentes.
Pueden servir a industrias como la construcción, la automotriz y la aeroespacial, combatiendo el desgaste de las estructuras de ingeniería. También pueden llegar a las cocinas como tablas de cortar.
“Nuestro material de autocuración es 10 veces más resistente que otros”, aseguró Chilla Malla Reddy, profesora de ciencias químicas en el IISER y quien dirigió la investigación.
“Su estructura interna ordenada es la idónea en la mayoría de las aplicaciones ópticas y electrónicas”, agregó.
Para cumplir su propósito el equipo sintetizó pequeños cristales individuales de un material orgánico: cada cristal en forma de aguja mide de entre uno y dos milímetros de largo, y entre 0.1 y 0.2 milímetros de ancho.
La disposición molecular de los cristales propicia que ante una fractura, una fuerte fuerza de atracción entre las dos superficies hace que los fragmentos se vuelvan a unir.
El material orgánico sintetizado se enmarca en la categoría de cristales piezoeléctricos, capaces de transformar la energía mecánica en energía eléctrica, y viceversa.
Los materiales piezoeléctricos se utilizan en robots, en naves espaciales o en microscopios modernos. También poseen propiedades ópticas, y en el futuro podrían emplearse para crear pantallas autorreparables ante las grietas.
Por el momento habrá que esperar. Sigue cuidando tu celular de los golpes y las caídas, ya que no estará disponible a nivel comercial cuando compres tu próximo smartphone.
Los resultados experimentales fueron publicados en la revista de investigación estadounidense Science.
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