Así es como la inteligencia artificial ayudaría a combatir el cambio climático

  • Los científicos están explorando maneras en que la inteligencia artificial podría ayudar a responder a la crisis climática.
  • Hay varias maneras en que la IA ya está ayudando al planeta, pero la tecnología debe implementarse de manera prudente, dicen los expertos.
  • De lo contrario, se corre el riesgo de exacerbar las desigualdades que generará un clima cambiante.
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Priya Donti cree que la humanidad necesitará inteligencia artificial para ayudarnos a evitar algunas de las consecuencias más dañinas del cambio climático.

Donti, cofundadora y CEO de la organización sin fines de lucro Climate Change AI, estudia cómo las redes eléctricas pueden incorporar mejor la energía renovable. Ella espera que la inteligencia artificial juegue un papel relevante.

«Es difícil imaginar una futura red eléctrica descarbonizada que no tenga fundamentalmente IA y aprendizaje automático como un caballo de batalla clave», dijo Donti a Insider.

Donti dijo que la cuestión de la inteligencia artificial y la sostenibilidad a menudo se enmarca en cómo la tecnología puede potenciar los esfuerzos para combatir la crisis climática frente al apetito voraz de la misma por poder de cómputo intensivo. Donti dijo que, en cambio, deberíamos pensar más en cómo implementar sabiamente la inteligencia artificial.

La inteligencia artificial presenta varios casos de uso para combatir la crisis climática

Las preguntas sobre la inteligencia artificial en general se han multiplicado en los seis meses desde que ChatGPT de OpenAI se lanzó al público.

La Casa Blanca emitió esta semana una solicitud de información sobre cómo la inteligencia artificial podría dar forma al objetivo nacional de reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, entre otros.

En los círculos de sustentabilidad, parece haber más atención a las maneras en que la tecnología puede brindar asistencia digital a los esfuerzos ambientales.

La inteligencia artificial puede usarse en satélites para frenar la caza furtiva y tala ilegal. La tecnología está siendo utilizada por las Naciones Unidas y empresas como Google para acelerar los tiempos de respuesta e incluso predecir desastres como inundaciones.

Una startup de California llamada Refibed confía en la robótica impulsada por inteligencia artificial para tamizar los textiles desechados con 95% de precisión para reciclarse.

Y hay una aplicación que usa inteligencia artificial para predecir cuándo y dónde las langostas que dañan los cultivos podrían barrer el cuerno de África y otras partes del continente. La aplicación, llamada Kuzi, lleva el nombre de la palabra swahili para el estornino barbudo, que se alimenta de los insectos.

La inteligencia artificial como aliada de la sustentabilidad

Sin embargo, a pesar de todas estas victorias, dijo Donti, la inteligencia artificial también se ha utilizado para vender más cosas a los consumidores y para ayudar a las empresas de petróleo y gas a extraer más combustibles fósiles; trabajo por el que se ha criticado a las empresas de tecnología que proporcionan esta potencia informática.

Donti, profesora en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, dijo que necesitamos agregar la inteligencia artificial al arsenal de sustentabilidad; aunque eso no significa que los bots se harán cargo de cosas como operar la red. En cambio, Donti espera que la tecnología maneje algunos procesos en segundo plano, pero los humanos seguirán tomando las decisiones importantes sobre cómo funciona algo como el sistema de energía.

Ella lo compara con los humanos conduciendo un automóvil por la calle: los conductores todavía están a cargo; pero los vehículos modernos automatizan muchas funciones de nivel inferior.

Donti advirtió que simplemente agregar inteligencia artificial a un problema ambiental no significa necesariamente que se resuelva. Y hacerlo podría empeorar una situación si el gasto en la tecnología desvía fondos desproporcionados de algo fundamental pero efectivo como reforzar el aislamiento en edificios con corrientes de aire.

«La inteligencia artificial es una herramienta realmente poderosa para acelerar la acción climática», dijo, y agregó: «No va a resolver todos los problemas».

Esta tecnología también tiene una contraparte problemática

También existen riesgos de que la inteligencia artificial pueda ayudar a los que ya son poderosos a consolidar aún más su influencia. Un jugador arraigado en el mercado de la energía —como una compañía de petróleo o gas— podría usar la tecnología para descubrir nuevas reservas de combustibles fósiles y mantener los precios bajos; eso podría dificultar las cosas para los competidores de energía limpia.

Donti dijo que la inteligencia artificial tiene un «efecto acelerador» que a menudo permite que una entidad sea más efectiva para lograr su objetivo.

«Si ahora solo tienes esta tecnología que es más accesible para los actores de la sociedad que son más poderosos, potencialmente exacerba las brechas. Esto porque ahora hay un subconjunto de personas en la sociedad que puede usar la IA y su efecto multiplicador y otras que no», dijo.

Phil De Luna, exdirector del Consejo Nacional de Investigación de Canadá —y autor de un libro sobre cómo la inteligencia artificial puede ayudar a los científicos a descubrir más rápidamente materiales útiles— también expresó su preocupación por un despliegue justo de los beneficios de la tecnología.

De Luna dijo que debe desarrollarse para que las personas más afectadas por un clima cambiante —a menudo aquellos que son más pobres o que viven en el Sur Global— puedan ganar terreno.

Cuidado con las consecuencias inesperadas

Incluso las herramientas de inteligencia artificial que se implementan con buenas intenciones corren el riesgo de exacerbar las desigualdades sociales, dijo. Por ejemplo, De Luna dijo que la IA podría usarse en regiones donde los incendios forestales son comunes para determinar dónde desarrollar cortafuegos. Muchos propietarios de viviendas podrían beneficiarse; sin embargo, si esas herramientas no están disponibles para los residentes de las áreas más pobres, esos grupos podrían sufrir más.

“Si la inteligencia artificial se usa en la sustentabilidad para crear fosos y barreras tecnológicas y obtener ganancias, entonces habremos fallado en el propósito real, que es prevenir el cambio climático y, en última instancia, la pérdida de vidas”, dijo De Luna.

De Luna está muy entusiasmado con el uso de IA con robots para acelerar el descubrimiento de materiales y tecnologías que podrían significar mejores baterías, nuevos materiales de hidrógeno y sistemas mejorados para capturar las emisiones de dióxido de carbono. Tecnología como paneles solares y turbinas eólicas toma décadas —demasiado tiempo— para pasar de la invención al uso generalizado, señaló De Luna.

«Tenemos menos de 30 años para encontrar y escalar la próxima tecnología limpia», dijo. La inteligencia artificial resultará esencial para eso. «Es la herramienta que necesitamos, ahora más que nunca, para alcanzar nuestros objetivos climáticos».

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