El Boeing 737 Max, una actualización del 737 anunciado por primera vez en 2011, ha estado en tierra desde marzo de 2019. Dos choques —durante los cuales los pilotos lucharon por controlar el avión— resultaron en la muerte de 346 personas y levantaron dudas sobre el diseño del avión y sus características.
Desde que puso a este modelo de avión en tierra, Boeing ha trabajando en un rediseño completo de su software de vuelo.
Este viernes, Patrick Ky, director ejecutivo de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), dijo a Bloomberg que está satisfecho con los cambios que Boeing realizó en la aeronave.
Ky agregó que el 737 Max podría comenzar a volar en Europa antes de que termine el 2020.
American Airlines anunció este domingo que tiene planes para volar los aviones Boeing 737 Max entre Miami y Nueva York del 29 de diciembre al 4 de enero.
La aerolínea dijo que está adoptando un “enfoque por fases” y no ha confirmado si continuará usando la aeronave más allá de ese período.
Los planes de American Airlines dependen que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) den luz verde, que aún no se ha comprometido con un cronograma para la aprobación del 737 Max.
Promocionado como una versión más eficiente en combustible del avión 737, se dice que el 737 Max tiene un alcance más largo, un costo operativo más bajo y lo suficiente en común con modelos anteriores para que los pilotos puedan alternar su vuelo sin problemas.
No obstante, los accidentes también cuestionaron las prácticas de entrenamiento de Boeing.
Durante el lanzamiento de la aeronave, los pilotos solo debían tomar un breve curso basado en tabletas electrónicas, en lugar de un simulador, como lo harían con un avión nuevo.
Boeing aún no ha implementado el llamado sensor sintético, una actualización de software exigida por la EASA en 2019, y no se espera que esté listo hasta dentro de dos años.
Sin embargo, la EASA dijo que el avión actualmente cumple con los estándares de seguridad, y el “tercer sensor” alcanzaría niveles de seguridad aún más altos.
La FAA es el principal regulador de Boeing y, según el derecho internacional, el 737 Max no podrá volar hasta que la FAA lo permita.
En junio, Boeing completó su primera prueba de vuelo de recertificación, uno de los muchos pasos necesarios antes de que el avión pueda volver al servicio.
Hay varias investigaciones federales en curso que analizan el diseño del avión como parte de un esfuerzo por determinar cómo se permitió que se certificara en primer lugar y si hubo negligencia criminal detrás del diseño.
Las consecuencias de los accidentes costaron el trabajo del entonces director ejecutivo de la compañía, Dennis Muilenburg.
Actualmente, Boeing busca resolver los casos presentados por las familias de los muertos en el segundo de los accidentes fatales. Un avión de Ethiopian Airlines se estrelló contra el suelo en marzo de 2019, matando a las 157 personas a bordo.
Por otro lado, Boeing resolvió en gran medida los casos del accidente a principios de octubre de 2018 de un 737 Max operado por Lion Air de Indonesia, donde murieron 189 personas.
No obstante, los casos presentados en relación con el accidente de Ethiopian Airlines, Boeing está adoptando un enfoque de “tierra quemada”, en contraste con los casos de Lion Air, informó Business Insider.
Un abogado involucrado en el caso dijo que los abogados de Boeing se niegan a proporcionar las pruebas que solicitaron los representantes de las víctimas. Boeing dijo que se había tomado “en serio” sus obligaciones de proporcionar pruebas.
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