Ignacio ‘Nacho’ Francolino, nació en Argentina hace 39 años, en un mundo análogo. Le tocó adaptarse a cada gigantesco paso que la tecnología daba. Ahora es el CEO de Esto es, una agencia que ofrece, entre otras cosas, soluciones para la transformación digital de las empresas.
Fundada en Buenos Aires hace más de 10 años, Esto es presume una cartera de clientes internacionales. Cuenta con un equipo de 40 expertos, quienes prometen, entre sus ventajas competitivas, la máxima profesionalización.
Pero para Nacho, más allá del brief comercial, la agencia es el resultado de la sed de libertad y de la búsqueda de la fuerza para romper paradigmas.
“Nosotros somos una empresa fundada a través de los valores”, dice Nacho en entrevista con Expertos en Línea. Su filosofía es enfocarse en transmitir lo bueno e inspirar a sus colaboradores para hacer lo mismo.
Nacho explica que todos podemos volvernos esclavos de la caja de creencias. “Si en tu casa hay violencia y hay malos tratos, tal vez vos creés que la vida es maltratar”, dice.
Sin embargo, aclara que al romper con ese paradigma y superar los traumas “tienes una nueva perspectiva; ahora pensás en trasladar lo bueno y no quedarte con lo malo, y eso también es parte del aprendizaje que me tocó de transferencia familiar. Vi que muchos de los problemas que existían en mi casa era porque los padres de los padres se los habían trasladado; y era algo que no se terminaba de romper”, explica.
Pero Nacho logró romper el ciclo. Como él mismo reconoce, tenía todo para convertirse en un delincuente o caer en algún vicio, pero eligió otro camino.
Un incidente de violencia familiar lo mandaría al hospital; pero en aquellos tiempos no se hablaba de esos temas, así que Nacho se inventó la historia de que había caído por las escaleras. Este episodio lo aisló demasiado.
“En esos tiempos se ocultaba lo que ocurría dentro de las casas, ahora con la digitalización y la tecnología, es más fácil que esos temas trasciendan”, dice.
Pero en aquellos años se echaba mano de otros mecanismos de defensa. Para Nacho, el refugio fue la creatividad que fomentaría a través de su pasión por la lectura y la escritura. Escribiendo se desahogaba, leyendo conectaba con otras historias.
“Cuando leí más, entendí que había otros mundos, similares y opuestos; entendí que no era el único, que no era conmigo, pero sobre todo, que tenía la oportunidad de ser de otra forma”, explica.
Los primeros vínculos que se formaron para crear Esto es pueden rastrearse al comienzo del milenio.
“Los inicios son parecidos a los de una banda de rock, pero en realidad es una empresa de publicidad y tecnología”, dice.
Nacho y Emanuel Santoro, ahora director general creativo de Esto es, fortalecieron su amistad a través de los juegos de League of Legends (LOL).
“Estábamos escapando de los problemas familiares (…) pasando horas detrás de una computadora, queriendo hacer las cosas distinto”, dice Nacho.
El 30 de diciembre de 2004, Emanuel y Nacho asistieron a un concierto de la banda de rock Callejeros, en República Cromañón, un establecimiento ubicado en el barrio de Once, en Buenos Aires.
El recital se convirtió en tragedia cuando, cerca de las 11:00 p.m., una bengala impactó con la malla colocada en el techo del escenario. El incendio que resultó de aquella pirotecnia cobró la vida de 194 personas y dejó 1,432 heridos. «Ese fue un evento que nos marcó profundamente», dice Nacho.
Las secuelas de la tragedia afectarían a una juventud que buscaba escapar de los problemas sociales, políticos, económicos y, por supuesto, familiares.
Durante los siguientes años, las autoridades argentinas clausuraron cientos de escenarios y foros de expresión artística; ello en aras de que nunca más se permitiera que un establecimiento sin las medidas de seguridad necesarias volviera a operar.
En efecto, la oferta cultural de Argentina recibió un duro golpe, así como aquellos posadolescentes, como Nacho y Emanuel, que soñaban con cambiar al mundo.
Para 2010, Nacho era gerente en una empresa. «Y tengo la suerte de ofrecerles trabajo freelance a cuatro de los chicos con los que terminé asociado», cuenta.
La experiencia fue gratificante, así que cuando tuvo la oportunidad de brindarle consultoría a un medio musical para hacer transformación digital, los volvió a contactar. «Así nos fuimos probando», dice.
Un día, alguien lanzó la pregunta —quizá como reflejo, quizá tras cuestionarse si de verdad estaban en busca de la libertad—: «¿Por qué no creamos algo propio?».
En un principio, la empresa tenía dos nombres; desarrolladores y creativos formaron grupos que bautizaron a su primer peldaño de ruptura como les nació del alma. «En 2011, cuando creamos la razón social, finalmente nos unificamos con un solo nombre», cuenta Nacho.
Así fue como Germán Cugliandolo, ahora CTO; Ignacio Trufa, gerente de experiencia de usuario, y Maic Bruera, COO, junto con Nacho y Emanuel, fundaron Esto es.
Los primeros clientes eran locales. «En un principio era la farmacia o la tiendita de la colonia; ya después fuimos a los corporativos», cuenta Nacho.
Estas primeras experiencias ayudaron al equipo a conocerse mejor. «Empezamos validándonos nosotros, tratando de entendernos o saber responder los mails. Todo comenzó muy de cero, quizá porque no éramos los chicos que estudiaron en las mejores universidades», explica.
Pero este era el camino elegido. «Gracias a que formamos un vínculo a través de los valores es que empezamos a crecer y a transmitírselos a quienes trabajan con nosotros».
«Integridad. Respeto. Compromiso. Profesionalismo. Pasión», así es como Esto es define sus valores.
«Las historias de cada uno de nosotros, algunas feas, hoy no representan lo que somos; pero sí fueron motores de una búsqueda para generar el cambio», dice.
Para Nacho, vivimos en un mundo efímero, en una modernidad líquida, donde lo que tiene valor es lo que se puede presumir de inmediato. «Lo que nosotros proponemos es que, mejorando un poquito todos los días, puedo romper con algunas cosas que me atan», dice.
En 2014 empezaron a trabajar con gente de México, pero sería hasta 2016 que firmarían, en Puebla, su primer contrato. «Regresamos a Argentina con más ganas de abrir una oficina en México», cuenta.
Este deseo se materializaría con un equipo en la Ciudad de México liderado por Verónica Iglesias como country manager.
Sin embargo, hubo un cambio de política en su país natal y el crecimiento de Esto es se vio amenazado. «Ahí también tuve que tomar una decisión fuerte, porque era: que la gente se fuera de la empresa o asumir los errores», dice Nacho.
Eligió la segunda opción, y se invirtió en la empresa —una parte con ahorros, otra con capital propio—. «En 2016 casi nos hundimos», dice. Pero los tiempos de crisis también son tiempos de oportunidades. Nacho estudió la Maestría en Gestión Estratégica de los Negocios y redefinió a la agencia como un negocio superador.
«Todo lo que te genera incomodidad, a la larga te genera también una posibilidad de superarte», dice.
La transformación digital no es sencilla para todas las marcas. Algunos líderes empresariales que siguen renuentes a adoptarla se preguntan si tienen el conocimiento necesario; si es redituable salir de la zona de confort; si deben renunciar a la confianza que generan los soportes físicos, o si la tecnología es algo fuera de su alcance.
«Racionalizar los miedos te ayuda a superarlos», así es como Nacho explica la filosofía que intenta transmitir a colaboradores y clientes.
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