Cuando Gladis Araujo, Vicepresidenta Global de Calidad de Mattel, estudió Ingeniería Química y de Sistemas en el Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey. Solo eran seis mujeres en la generación, incluyéndola.
Tras graduarse, el acceso al mundo laboral le costó más trabajo que al resto de sus compañeros, debido a que las áreas de control de procesos en plantas química no contaban, en aquel entonces, con instalaciones para mujeres, por lo que la rechazaban.
«Me decían: ‘yo no tengo instalaciones apropiadas para mujeres; es decir, no tengo baños para mujeres, no tengo uniformes y es una disrupción en nuestro trabajo’», contó Gladis.
Esa respuesta no la detuvo en su carrera y aplicó para la vacante de Mattel, que buscaba a la persona que se encargaría de las pruebas mecánicas. Esta fue la primera puerta que se le abrió.
«He tenido la oportunidad de trabajar en cuatro continentes y con diferentes culturas. Siempre he estado sentada en la mesa con hombres, desde mi carrera éramos pocas las mujeres y han sido 30 años de carrera profesional buscando la manera de salir adelante en un mundo regido por hombres», dijo Araujo.
Además, Gladis cuenta que al ver a las generaciones más jóvenes tiene la intención de ayudarlas a tener un camino distinto al suyo, sin las dificultades que ella vio. Por ejemplo, la falta de un modelo a seguir femenino.
Por esta razón, Araujo siempre ha compaginado su carrera profesional con actividades en pro de la mujer, jóvenes, niñas y niños.
De hecho, ha creado distintas fundaciones tanto en México como Malasia, donde la reconocieron con el premio de Humanista por parte de la Cámara de Comercio del país asiático.
Esta sería la primera vez en la historia del premio que se le da el reconocimiento a una persona no asiática, «orgullosamente mujer y mexicana».
Recientemente, Araujo también recibió el premio de Mujer Tec en la categoría de Poder Transformador, el cual incluye tanto la trayectoria como el apoyo que se da a la transformación de las comunidades.
Con la transformación de comunidades en mente, Gladis inició Lean In en Malasia, un programa basado en la iniciativa de Lean In de Sheryl Sandberg, directora de operación de Facebook.
Esta iniciativa es sobre redes de apoyo a mujeres para que logren sus aspiraciones y puedan llegar a más puestos de liderazgo para lograr la equidad de género.
Pero el proyecto no solo se fundó en Malasia, Gladis también lo trajo a México y fundo Lean In Network Monterrey. «Mis hermanas me dijeron: ‘Gladis, tienes que traerlo a México porque aquí también lo necesitamos».
Su ayuda no quedó ahí y la ejecutiva también fundó Value Shop en Malasia, una tienda de ropa de segunda mano que se vende en condiciones perfectas, con el objetivo de recaudar fondos para los albergues de mujeres que viven violencia.
Cabe resaltar que no solo Araujo ve en pro de las mujeres. Junto con sus hijos, Gladis impulsó la terapia de juegos con niños y niñas con enfermedades terminales, con el objetivo de llevar sus tratamientos de forma más liviana.
La iniciativa llamada Senyuman, que significa sonrisas en malayo, inició en un hospital y se ha expandido a cuatro más dentro del país asiático.
Tras 30 años de carrera y con un objetivo de transformación, Araujo asegura que si pudiera dar un consejo para esa joven recién graduada que no podía encontrar trabajo sería el tener confianza.
«Lo que yo le diría es que hay que tener mucha confianza y mucha fe. A veces se cierran puertas, pero esas puertas se cierran para enseñarnos algo y para demostrarnos que viene algo mejor en un futuro. Es difícil entenderlo en su momento y aceptarlo, pero hay que tener fe, perseverancia de que las cosas por algo suceden» , concluye Araujo.
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