Google ha anunciado este jueves su intención de retrasar un año su plan para eliminar las cookies de terceros en su navegador Chrome.
La medida que probablemente será bien recibida por el sector de la publicidad online, que ha luchado por cambiar esta solución por tecnologías alternativas.
El director de ingeniería de privacidad de Google, Vinay Goel, ha establecido un nuevo calendario para la eliminación de las cookies de Chrome.
Además del despliegue de otro tipo soluciones como parte de su iniciativa Privacy Sandbox, que ahora espera completar a finales de 2023.
«Aunque esta iniciativa ha progresado considerablemente, ha quedado claro que se necesita más tiempo para avanzar», afirma Goel.
Se espera que la primera fase comience a finales de 2022, cuando los editores, anunciantes y proveedores de tecnología publicitaria podrán migrar sus servicios para trabajar con las nuevas tecnologías cookieless.
La siguiente etapa es la eliminación de las cookies, que se espera que comience a mediados de 2023 y termine a finales de ese año.
Google anunció por primera vez en enero del año pasado su intención de eliminar las cookies de seguimiento.
Estas cookies las usan los anunciantes para rastrear a los usuarios en la web y dirigirles publicidad.
Google dijo, que originalmente tenía un plazo de dos años, consistía en sustituir las cookies de terceros por tecnologías más respetuosas con la privacidad.
Desde entonces, Google y otros actores del sector de la publicidad online han estado experimentando con nuevas API e interfaces de programación.
Estas nuevas aplicaciones son diseñadas para evitar el seguimiento de los usuarios individuales y, al mismo tiempo, permitir a los anunciantes dirigirse a grupos de personas según sus intereses y medir la eficacia de sus campañas.
Google ha explicado este jueves que el equipo de Chrome y otras empresas han sugerido más de 30 propuestas de nuevas tecnologías publicitarias.
Todas ellas se centran en la privacidad en áreas como la medición de anuncios, la orientación y la detección de fraudes.
De esas propuestas, cuatro se encuentran en la fase de prueba de origen, lo que permite a otros desarrolladores experimentar con las nuevas funciones.
Los planes de Chrome en materia de cookies y los experimentos de Privacy Sandbox han provocado encendidos debates entre los publicistas, y algunos expertos especulan con que estas medidas podrían servir para consolidar el dominio publicitario de Google.
Chrome es, con diferencia, el navegador web más popular del mundo, con dos tercios del mercado, mientras que Google sigue manteniendo su liderazgo en el espacio publicitario online.
eMarketer estima que Google se hará con una cuota del 28,6% del gasto mundial en publicidad digital este año.
Los movimientos de Google también han llamado la atención de los reguladores mundiales.
A principios de este mes, la empresa declaró que iba a conceder a la Autoridad de Competencia y Mercados de Reino Unido la supervisión de sus planes de despliegue de las tecnologías del Privacy Sandbox.
Esta oferta incluía un «periodo de statu quo» de 60 días antes de introducir cualquier cambio.
Google también se ha comprometido a limitar el uso y la combinación de los datos de los usuarios individuales con fines publicitarios digitales y ha afirmado que no discriminará a sus rivales en favor de sus propios productos publicitarios al implantar alternativas a las cookies.
Los compromisos se ofrecieron en respuesta a una investigación que la CMA, el organismo encargado de regular los mercados y la competencia en Reino Unido, inició sobre Privacy Sandbox en enero.
A principios de esta semana, la Unión Europea abrió también una investigación antimonopolio sobre las prácticas publicitarias de Google, incluidos los planes de la empresa de eliminar gradualmente las cookies en Chrome.
Simon Andrews, fundador de la consultora de marketing para móviles Addictive, ha dicho que, aunque una gran parte de las empresas de publicidad online desconfía de Google, la industria debe llegar a un consenso en torno a la creación de nuevas soluciones centradas en la privacidad que sean válidas para todos los actores del sector.
«Nos guste o no, necesitamos que Google proponga algo que el sector pueda respaldar, porque si no lo hace, nadie más lo hará, y se producirá una balcanización de todo», ha afirmado.
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