Google cerró un trato para comprar Fitbit, informaron las compañías este jueves. Sin embargo, el gigante de las búsquedas en internet está bajo investigación del Departamento de Justicia previo a esta transacción de 2,100 millones de dólares (mdd).
El Departamento de Justicia demandó a Google —de Alphabet— en octubre por supuestamente violar la ley antimonopolio en sus negocios de búsqueda y publicidad. El órgano estadounidense dijo que «no ha tomado una decisión final sobre si emprender una acción de cumplimiento» respecto al acuerdo de Fitbit.
Google dijo que estaba comprando a Fitbit —creador de un dispositivo para medir la actividad física— como una forma de ingresar al mercado de dispositivos. Al mismo tiempo esperaba abordar las preocupaciones sobre privacidad.
«Trabajamos con los reguladores globales en un enfoque que protege las expectativas de privacidad de los consumidores», dijo Google en su blog. En él, asegura que Fitbit tiene 29 millones de usuarios activos.
El gigante tecnológico señala que tiene compromisos vinculantes con Fibit. Por tanto, «los datos de salud y bienestar de los usuarios de Fitbit no se utilizarán para anuncios de Google”, señala el blog.
Si bien Alphabet es más conocido por un servicio gratuito, su motor de búsqueda Google, tiene muchas otras empresas; incluidos servicios de publicidad en línea. También, otros negocios como el fabricante de dispositivos de audio y termostatos Nest; la compañía de videos YouTube y la firma de automóviles autónomos Waymo.
Google ganó la aprobación antimonopolio de la Unión Europea el mes pasado para su oferta por Fitbit. Para lograrlo, aceptó restricciones sobre cómo utilizará los datos relacionados con la salud de los clientes.
El plan de Google para comprar Fitbit —que anunció a finales de 2019— generó preocupaciones debido a su ya rico banco de datos sobre las personas. Este incluye información sobre lo que compran, a dónde viajan y más. Pero en su blog, Google señaló que los datos de salud de los usuarios de Fitbit se separarán de los anuncios.
Además, trabaja con reguladores a nivel mundial para que los usuarios decidan si comparten sus datos con terceros.
Los rastreadores de actividad física de Fitbit y otros dispositivos monitorean los pasos diarios de los usuarios, calorías quemadas y distancia recorrida. También, miden pisos subidos, frecuencia cardíaca, cuánto tiempo y qué tan bien duermen los usuarios.
Con información de Reuters.
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