En varias ocasiones, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha puesto en duda la permanencia del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Pero diversos analistas alertan que eliminar a los organismos autónomos como el IFT sería un retroceso.
Además, se trata de un órgano que regula un sector altamente competitivo. Las telecomunicaciones juegan un papel principal para que las sociedades superen la pandemia. Esto debido a que muchos empleados y empresas continúan en home office.
Abogados, especialistas en competencia, en comercio y analistas del sector se oponen a que las funciones del IFT las absorba la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), como propone el presidente.
“Llevar a los hoy órganos autónomos al seno de las secretarías de Estado eliminaría el sentido técnico de las decisiones para convertirlas en disposiciones políticas; tornándose en un gran retroceso para el posicionamiento del país en materia de regulación”. Esto considera la International Chamber of Commerce México (ICC México).
Precisamente, la existencia de órganos autónomos como el IFT obedece a que en ellos se tutela de mejor manera los derechos humanos de las personas. Así lo refieren cuatro asociaciones de abogados en un pronunciamiento técnico del que Expertos en Línea tiene copia.
Para el presidente, que la SCT realice las funciones del IFT es una cuestión de ahorros. La semana pasada, en su conferencia matutina mencionó que si las funciones de este órgano autónomo pasan a la SCT, el ahorro sería de 20,000 millones de pesos (mdp).
Sin embargo, lo que no considera el mandatario es que esta secretaría no tiene la capacidad técnica para realizar el trabajo.
“Si el Instituto desaparece tendría consecuencias graves para la posibilidad de competir. Incluso en las cuestiones más básicas —como los estándares técnicos, por ejemplo— son cosas muy primitivas que si no hay un regulador los competidores no sabrían qué hacer. Tendrían muchos conflictos entre ellos por cuestiones técnicas de compatibilidad”, dijo el comisionado del IFT Ramiro Camacho, en entrevista con Expertos en Línea.
Además, el IFT —desde su creación hace siete años— revisa a la baja sus gastos para operar con ahorros.
Por otra parte, el beneficio de sus acciones regulatorias también tienen efectos medibles en dinero. Por cada peso que se destina al instituto para su operación, la labor de este órgano regulador genera 47 pesos de beneficios a la sociedad mexicana o 547,000 millones de pesos, señaló en un comunicado.
Aunque los especialistas del sector confían en que AMLO tomará en cuenta los beneficios del instituto para las telecomunicaciones en México, en caso de insistir con su desaparición se enfrentaría a varios “candados”.
“Necesitaría hacer una reforma a la Constitución. Pero (si lo hace) no sabemos el alcance de las tareas que va a tener y no tenemos ninguna garantía de que va a seguir el mismo régimen de regulación”, dice Jesús Romo, director de Telconomia.
En caso de que eso sucediera, se desconoce si temas en curso como las revisiones de preponderancia para Televisa y América Móvil —que cuentan con regulación especial— se mantendrán, explica Romo. La ausencia del IFT puede generar una crisis de regulación, alertó el especialista.
Por otra parte, se encuentra el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) y los compromisos con otros organismos internacionales.
“Hay una cuestión en compromisos internacionales, en tratados internacionales como el TMEC. Tiene la obligación de que exista un instituto o una entidad autónoma que se encargue de la regulación”, dijo el comisionado Camacho.
Ese “candado” es para protección a las inversiones, pues la certidumbre legal y regulatoria son muy importantes para los inversionistas, señaló. Aunque el comisionado descarta la desaparición del instituto, su ausencia provocaría falta de independencia al momento de establecer reglas para la industria.
“Desaparecer o minar la autonomía de los Órganos Constitucionales Autónomos, como el IFT, es debilitar al Estado mexicano”, expuso el órgano regulador en un comunicado.
Otros organismos como Conectadas y la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) se suman a mantener los órganos autónomos como el IFT y el Inai. “Estas instituciones no deben desaparecer sino fortalecerse”, destacó la Amedi.
Además de su trabajo habitual en mediciones, verificaciones, estadísticas y aplicación de la regulación, el IFT se encuentra en medio de trabajos específicos como:
Cuando el instituto entró en funciones, recibió un sector con tarifas altas de telecomunicaciones. Actualmente, sus adecuaciones permiten beneficios directos a los consumidores. «(Si el IFT desaparece) los afectados serían los consumidores de servicios. Las decisiones del presidente López Obrador podrían repercutir incluso en el incremento de las tarifas a los usuarios», señaló Alejandro González, analista de Digital Policy & Law.
Ante esto, el comisionado Camacho confía en la permanencia del instituto. “Estamos preparándonos, viendo hacia el futuro. No estamos pensando en que el instituto vaya a desaparecer”.
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