Los sistemas de inteligencia artificial continúan desplegándose en un sinfín de sectores económicos y sociales. A medida que continúa su desarrollo, especialistas, activistas e incluso políticos discuten sobre los alcances y desafíos éticos que suponen estas tecnologías. Ahora se ha dado un paso más.
Un informe de Naciones Unidas sobre la guerra de Libia alerta de la que ha podido ser la primera intervención de un dron autónomo y sin supervisión contra seres humanos.
El incidente tuvo lugar en marzo del año pasado. Se trataría de un dron del fabricante STM llamado Kargu-2, según alerta el propio informe de Naciones Unidas.
La organización consiguió incluso fotografiar los restos del aparato.
Un video en la página web del fabricante detalla el potencial destructivo que tiene el dispositivo; sin necesidad de que haya un supervisor o un militar al mando, el aparato se lanza contra sus objetivos y explota.
Estos drones intervinieron en un momento en el que varios convoyes se retiraban tras sufrir el impacto de varios cohetes contra carros blindados. «Las fuerzas en retirada fueron posteriormente perseguidos y atacados a distancia por vehículos aéreos de combate no tripulados o sistemas de armas autónomas letales como el STM Kargu-2».
«Los sistemas de armas autónomas se programaron para atacar objetivos sin requerir la conectividad de datos entre el operador y el dispositivo. Se trató, en efecto, de un sistema con la capacidad de ‘fire, forget and find’». La expresión inglesa que se puede traducir como «dispara y olvida» hace referencia a un método de guiado de misiles.
Durante el ataque, además, los objetivos de estos drones vieron cómo sus dispositivos electrónicos y sus propios vehículos no tripulados eran neutralizados mediante un sistema de interferencias.
CNET ha sido uno de los primeros medios en hacerse eco de este hito, y en este artículo recoge declaraciones del fabricante del dron Kargu-2, STM; explica cómo el dispositivo es capaz de «utilizarse de forma efectiva contra objetivos estáticos o en movimiento gracias a su capacidad de procesar imágenes en tiempo real y sus sistemas de aprendizaje automático».
Recuerda el mismo medio que la ONU ya intentó vetar los drones armados autónomos, pero Rusia y Estados Unidos bloquearon la iniciativa, según detallaba en esta pieza Politico.
El Observatorio de los Derechos Humanos, una ONG, ha estado haciendo campaña contra estas herramientas desde 2013. Y un profesor e investigador en machine learning del MIT, Max Tegman, resumió este hito en un tuit:
«La proliferación de robots asesinos ha comenzado».
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