Según un nuevo estudio, los fabricantes de automóviles podrían tener dificultades para sobrevivir sin estos extras. La razón es sencilla: Los coches eléctricos no tienen mucha rentabilidad para ellos.
Un ejecutivo de Ford declaró recientemente al Detroit Free Press que sus vehículos eléctricos no serán rentables hasta 2026. GM dijo que no ganará dinero con ellos hasta 2025. Y Tesla obtuvo beneficios hasta que llevaba más de una década en funcionamiento.
Pero los fabricantes de automóviles dicen que apuestan por los coches eléctricos, así que tendrán compensar esa falta de rentabilidad de otra manera. Eso podría significar vender a sus clientes todo tipo de cosas adicionales como suscripciones y características extra o actualizaciones.
Los fabricantes de automóviles han evolucionado hacia más funciones de pago, aunque los consumidores no siempre han respondido bien.
BMW, por ejemplo, recibió críticas por una suscripción a asientos calefactados. En el sector eléctrico, Mercedes ofrece un «aumento de aceleración» adicional. Polestar también ofrece una mejora de potencia por un único pago de 1,195 dólares.
«Para los fabricantes de automóviles, dado que los vehículos eléctricos no son tan rentables en primer lugar, la mayor ganancia está en… generar ingresos de ese cliente mes a mes», dijo Alex Oyler, director de SBD Automotive para Norteamérica.
Las suscripciones y las ofertas adicionales posteriores a las transacciones iniciales son algunos de los motivos por los que los fabricantes de automóviles están especialmente interesados en arrendar sus vehículos eléctricos.
Si consiguen que los consumidores se comprometan a alquilar un coche eléctrico por una cuota mensual razonable, podrían aprovechar esta circunstancia para venderles más funcionalidades. Estas serían posibles gracias a las actualizaciones de software por aire a lo largo del contrato de alquiler.
Aunque es posible que los consumidores tengan que acostumbrarse a la idea, la industria quizá no tenga muchas opciones. Esto, según el reciente informe de Deloitte sobre el futuro de la movilidad automovilística hasta 2035. La consultora calcula que entre 50% y 60% de los beneficios futuros podrían estar en juego si las empresas siguen como hasta ahora.
Así pues, vienen grandes cambios en el comportamiento de los consumidores, los vientos en contra del sector y, sobre todo, una competencia cada vez más atractiva.
De hecho, el precio de la inacción podría ser fatal, sobre todo en un sector que avanza en tantas direcciones», dice el informe. Se espera que los cambios, como las suscripciones a las funciones del vehículo, «desbloqueen una serie de nuevas fuentes de ingresos».
«Hasta ahora, solo las empresas emergentes de vehículos eléctricos y Tesla han eliminado al concesionario como intermediario y utilizan estrictamente modelos de venta directa al consumidor. Pero incluso los fabricantes de automóviles tradicionales están considerando la idea, impulsados por las ganancias de rentabilidad limitadas por la oferta y «una tendencia a largo plazo hacia el estrechamiento de los márgenes en las ventas de vehículos», según el informe de Deloitte.
«Esta amenaza inminente añade presión al modelo tradicional de concesionario y amenaza con afectar a la cuenta de resultados», dice el informe. Los fabricantes de automóviles «se están moviendo para crear canales de venta directa para forjar relaciones con el cliente final».
Incluso, algunos insinúan la idea. Jim Farley, CEO de Ford, por ejemplo, ha mencionado cambios en la estrategia de comercialización de vehículos eléctricos de la empresa, que incluyen más ventas por internet, y ha señalado el modelo de Tesla como guía para obtener más beneficios de cada vehículo eléctrico.
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