El mundo de los videojuegos ha existido por más de cuatro décadas y, a lo largo de estas, ha evolucionado a pasos agigantados en diversas áreas. No solamente hablamos de cuestiones tecnológicas o narrativas, sino también en cómo la industria se ha transformado para acoplar nuevas formas de juego en la que cada vez más personas interactúan entre sí. Ejemplo claro de esto es el eGaming, o los juegos en línea competitivos donde tanto hombres como mujeres pueden jugar cientos de partidas en cualquier lugar del mundo.
Este es un sector que ha ido incrementando su popularidad en poco tiempo y lo que ha derivado en los eSports; sin embargo, pese a ser un espacio virtual para todos, existe la creencia errónea de que este terreno de la competencia en línea (y los videojuegos en general) son un plano exclusivo para un público masculino.
Si bien es cierto que los consumidores de videojuegos son principalmente hombres, de todos los gamers en el mundo 46% son mujeres (básicamente, 1,000 millones de personas), de acuerdo con la firma Newzoo.
Los gamers, junto con la industria de los videojuegos, se hacen cada vez más visibles en México. Según cifras de la consultora The Competitive Intelligence Unit (The CIU), el valor de este mercado en el país fue de 27.032 millones de pesos en 2018, un crecimiento de 9.1% respecto al año anterior.
A su vez, de acuerdo a un estudio de la firma Newzoo, México se encuentra el 12º lugar en el mercado de videojuegos a nivel mundial con 55.8 millones de gamers. Y, de acuerdo con datos marzo de 2019 de The CIU, 57,5% de las mujeres mexicanas utilizan videojuegos.
Si bien esto continúa siendo una proporción menor comparada al 71% de los hombres, es innegable que las mujeres mexicanas se están haciendo con cada vez más espacios para mostrar su talento en la industria competitiva y de generación de contenido del eGaming.
Schedel Beutelspacher es una joven veinteañera que, por varios años, ha sido una fan ávida de los videojuesgos. «Mi primera consola fue un PlayStation 1 y anduve brincando de juegos de esta consola a la computadora, luego el Wii de Nintendo; luego a Xbox y luego de nuevo a PlsyStation», comenta en entrevista con Expertos en Línea. «Pero cuando realmente me sumergí muchísimo fue cuando me compré una PC. Con ella tenía más posibilidades de jugar títulos diferentes y enfocarme un poco más en juegos competitivos», agregó.
Schedel comenzó hace un año a realizar streams (o transmisiones directas) en Twitch de ella jugando títulos como «Fortnite» e interactuando con la gente que la veía. Actualmente cuenta con más de 28,000 seguidores en su canal.
Sin embargo, Schedel no se conformó con únicamente crear contenido; quiso ir más allá y en junio de este año decidió fundar su propia empresa de equipos competitivos de eSports: Ava Esports. «La idea surgió de que a mí me hubiese gustado mucho pertenecer a un equipo. Incluso llegué a tener buenas propuestas pero nunca me convencían y entonces me pregunté ‘¿por qué tendría que estarme esperando yo a entrar a uno si puedo formar el mío?’», explica.
Con Ava Esports, Schedel prepara equipos competitivos para «Fortnite», «Valorant» y «Call of Duty», y se enorgullece del proyecto por lo que puede representar para la comunidad femenina de gamers mexicanas. «Puede que exista una mala percepción de las mujeres en la industria de los videojuegos, pero yo creo que eso es lo que más me ha impulsado a echarle ganas; que vean que las mujeres podemos tener un equipo de eSports y que podemos sobresalir y hacer las cosas bien [en esta industria]».
Desafortunadamente, el camino no es exactamente fácil y Schedel está consciente de la cultura machista que existe en el campo de los videojuegos competitivos. «Me he metido a juegos en equipo y es muy incómodo que, al terminar la partida, te empiezan a insultar y a decir ‘seguro tú ni juegas’ o cosas así. También me han tocado niños que me dicen ‘wow, jamás me había tocado jugar con una mujer.»
De acuerdo con Schedel, para que este tipo de situaciones se acaben se necesita «cambiar la percepción y la educación desde casa. Siento que mucho viene de eso. Ha ido evolucionando, pero creo que estamos muy acostumbrados desde chicos a que nos digan ‘esto es para niños y esto para niñas’ y habría que permitirle a las niñas irse integrando a actividades como los videojuegos.»
Paulina «Lina» Pacheco, conocida por su handle ManiaticLina, también es una streamer mexicana que, a través de su canal de YouTube de cerca de 18,000 seguidores, se ha dedicado a mostrar sus habilidades en Fortnite.
«De niña yo era una chica gamer. También me encanta el anime y yo quería platicar de eso con mis compañeros, pero en realidad sufrí de mucho hate y bullying por ello», dice a Expertos en Línea.
Tomando en cuenta esta falta compañerismo, Lina decidió buscar mejores amistades en línea y fue aquí donde encontró su nicho. «Pasando el tiempo conocí a muchas personas por internet y la verdad puede parecer un mundo distinto, pero todas son personas reales detrás de la pantalla. De hecho, a los 17 años conocí a mi esposo por Xbox. Hoy en día tenemos un hijo y más de cinco años de casados. Toda mi vida ha sido por internet y no me arrepiento de nada», platica.
Lina empezó en febrero del año pasado su canal de YouTube enfocado en gameplay de Fortnite; sin embargo, notó que realmente no existían personas haciendo videos que ayudaran a jugadores novatos a entender mejor el juego. «Entonces decidí hacer unas guías para ayudar a las personas y, para mi sorpresa, hoy mis guías tienen más de 40,000 vistas desde hace un año», comenta.
Esto evolucionó a hacer streams (o directos) en agosto del año pasado en Mixer, pero después regresó a YouTube al ser su plataforma base. Pero realmente empezó a transmitir con cámara hasta marzo de este año en YouTube y el mes pasado en Twitch.
Lina, además, se dedica a organizar y participar en torneos de Fortnite; sin embargo, no ha sido sencillo por varios prejuicios existentes en la comunidad.
«En los torneos, las niñas deben de demostrar que son niñas; en los torneos de niños no les piden fotos de ellos para saber si son realmente quienes están jugando», explica. «Cuando hemos ido a torneos si llego a jugar muy bien muchas personas van a dudar que soy yo; van a pensar que es otra persona que ‘sabe jugar’. Por ese factor nos discriminan mucho.»
También le ha tocado ver que torneos femeniles organizados por hombres suelen traer otras intenciones. «Me ha tocado ver que muchos organizadores lo hacen con la idea de coquetear con las chicas y muchas prefieren no ir para ahorrarse eso porque, si no siguen el coqueteo, no las dejan participar», explica.
Debido a este tipo de prejuicios, Lina está buscando ser pionera en la organización de torneos femeniles para crecer la comunidad femenil de gamer en México, y ya ha hecho al menos unos cuatro con patrocinadores independientes. «He manejado más de 128 niñas en un torneo en una semana. Si más niñas asistieran a torneos bien organizados y con confianza, aseguro que la comunidad femenil de gamers crecería mucho más», explica. «Admiro mucho a las chicas que sí le echan ganas, que practican, que tienen mucho talento y dedicación. Tienen que tener su espacio en el mundo y, por eso, tienen un espacio siempre en mi canal con mis torneos», agregó.
En cuanto al futuro de su esfuerzo, Lina asegura que «solo quiero que las niñas tengamos nuestro lugar en el competitivo, que de verdad nos vean un poquito más las empresas y organizaciones grandes. Mi meta es hacer crecer a la comunidad gamer femenil y, sobre todo, en parte de mi canal, que sea más conocida. Solo espero que mi trabajo de tres años rinda fruto.»
«Cuando tenía como tres o cuatro años me dieron de regalo un Gameboy— de esos tabicotes bien pesados— y me acuerdo que el primer juego que pasé fue Super Mario Land. Me costó mucho trabajo pero me encantó; fue una experiencia que absorbí completamente y de ahí me seguí. Desde entonces, siempre que tenía tiempo libre jugaba videojuegos y se quedó así toda la vida. Me enamoré de jugar.», comenta Alina Varela, productora en SkyBoxLabs a Expertos en Línea.
Alina es un caso particular en cuanto a mujeres en el mundo del eGaming, ya que no solo tiene muchos años siendo fanática de los videojuegos, sino que también conoce varios ángulos de la industria. Para empezar, Alina ha estado en lado editorial al trabajar en el sitio de videojuegos LevelUp, presentando videojuegos en cámara y escribiendo noticias, artículos y reseñas sobre distintos títulos. A su vez, es una streamer consumada con un canal en Twitch con cerca de 42,000 seguidores; actualmente, es productora en SkyBox Labs, estudio en Vancouver, Canadá, que es codesarrollador de «Halo Infinite» para la Xbox Series X.
Alina empezó su canal de Twitch justo antes de mudarse a Canadá y se dio cuenta que sus directos no salían mal. «Los primeros streams eran de 30 o 40 personas, pero al par de semanas llegaba a 100 y yo de ‘órale, ¿de dónde?’, pero lo estaba haciendo más que nada como hobby y para preparar algo antes de llegar a Candá, porque sabía que una de las cosas que iban a pasar era que me iba a quedar sin trabajo como dos años. Y entonces tenía que hacer algo para no volverme loca», comenta.
Al llegar a Canadá, Alina empezó a ser más constante con sus streams y empezó a crecer mucho, a tal grado que se convirtió en una de las primeras partners mexicanos de Twitch.
Pese a su éxito, también le tocó vivir momentos incómodos solo por ser una streamer mujer. «De repente te llegaban comentarios aleatorios de gente que decía cosas como ‘enseña las chichis’ o cosas más vulgares. Afortunadamente no era la norma, pero sí es algo que pasa seguido que los streamers hombres no tienen que vivir». A su vez, le tocó enfrentarse a grupos tóxicos. «Había un grupo que se dedicaba a ir a molestar a streamers femeninas y les inundaban todo el chat con la frase ‘sheshes o fake’ (una referencia más a exigirle que mostrara los senos) y tocó que llegaran a mí».
Sin embargo, Alina aprovecho la situación para voltear la situación. «Dije ‘va, si llegamos a 1,000 espectadores, hay ‘sheshes’ patrocinadas por Svein’, que es nombre de usuario de mi esposo. Total que logramos llegar a los 1,000 y pedí que me dieran chance de apagar mi cámara para prepararme. Entonces, cuando prendo la cámara sale mi esposo y se levanta la playera y mueve las carnes padrísimo y…reportaron mi canal.»
No le suspendieron su canal de Twitch como tal, pero, irónicamente, la plataforma la penalizó pese a que hizo frente a un grupo de spammers que se dedicaban a hostigar a streamers femeninas; está por demás decir que ellos nunca tuvieron represalias. «Me desaparecieron de los listados de Twitch hasta que se solucionó el asunto. Tuve que contactar a Twitch porque me pegó por una o dos semanas.»
Además de esto, también sabía que recibiría comentarios tan solo por cómo se vistiera. «Sabía que si me ponía una blusa medio escotada me llegarían mensajes diciendo ‘ay, por eso te siguen. nada más porque enseñas’ pero también si me ponía algo sencillo llegaba el comentario de ‘Ay, es que tu sí eres una streamer de verdad porque no enseñas y juegas cosas de verdad’; eran comentarios igual de sexistas que nada más te reducen a su imagen de mujer pulcra y perfecta. Mostraba que, como mujer no vales como gamer a menos de que cumplas los requisitos de una persona en específico. Son a las cosas a las que te enfrentas como creadora de contenido.»
Alina no ha participado en torneos competitivos como tal; sin embargo, a través de su canal y al haber cubierto varios de estos se dio cuenta que también existe un sesgo importante en cuanto a las mujeres que sí llegan a competir: la presión que enfrentan solo por ser mujer. «Apenas cometas un error o pase algo, de lo que se van a agarrar es que eres mujer. Cuando se llega a presentar una mujer que va a entrar a competitivo, jala muchísima atención que no necesariamente es buena. Yo creo que esa tensión es una presión adicional que no creo que cualquier persona esté dispuesta a soportar porque siento que es muy dañino. No creo que ningún otro jugador hombre tenga que enfrentarse a eso», agrega.
Sobre que cree que se debe cambiar en la comunidad gamer para eliminar este y otros sesgos y hacer de esta algo realmente inclusiva, Alina opina lo siguiente; «Habemos cada vez más gamers, y muchos de estos están empezando a tener hijos e hijas; me imagino yo, y espero, que esos gamers con hijas les inculquen ese amor padrísimo en los videojuegos para que ellas se metan a donde quieran, y no les inculquen el miedo de meterse a torneos, de ser competitivas, y que se normalice esto en las generaciones nuevas. Siento que para nuestra generación puede que ya sea un poquito tarde, pero si inculcamos ese respeto y equidad a las futuras generaciones de gamers, hay más chance.»
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