En este 2020, uno de los sectores que vio un crecimiento fue el de las telecomunicaciones, en junio su incremento fue de 13% y dentro del PIB creció un punto porcentual, quedando en 3.4%.
De acuerdo con Juan Sadurní, director general de la agencia Nae, la crisis sanitaria por el coronavirus que afectó al mundo, también impulsó las condiciones para la creación de nuevos operadores y marcas en el sector.
«A junio creció dos dígitos en ingresos (+13%) y aumentó su contribución al Producto Interno Bruto de 2.5 a 3.4 %, gracias a los dispositivos móviles y los servicios convergentes, aunque por otro lado la inversión extranjera y los empleos arrojan cifras negativa», dijo Sadurní, director general de la agencia Nae.
Sin embargo, el próximo año podremos ver diferentes retos a los que se puede enfrentar el sector como la nube para el entretenimiento, el Business to Business e inversiones en nuevos servicios.
En 2021 se verán inversiones en los servicios de valor agregado como la nube especializada en el entretenimiento.
La industria creció en medio de la pandemia, debido a que al llamado de quedarse en casa.
«Esta migrando el foco del entretenimiento a casa, por lo que los requerimientos de conectividad y del uso de la nube sean distintas».
Los operadores podrán vender servicios unificados de telecomunicaciones a las empresas, donde las necesidades de conectividad y servicios de seguridad sean de un mismo proveedor.
«Con la pandemia las operaciones se dispersaron en hasta centenares de puntos, los cuales necesitan conectarse, por lo que será necesario implementar ciberseguridad para temas de acceso remoto».
La salud es un sector que se transforma y de acuerdo al experto, la telesalud será uno de los negocios más importantes que requerirá más conexión al igual que la educación a distancia.
«Cada vez es más importante que las escuela y universidades tengan más estructura para poder llevar sus servicios a los hogares. Que sea más allá que una exposición.»
Estas transformaciones y las nuevas necesidades pondrán más presión a los operadores de servicios que se tendrán que satisfacer con inversiones.
«Las telecomunicaciones será el motor de desarrollo para el resto de la economía. La fortaleza de operadores, servicios e infraestructura en el sector se equiparará y será inseparable de la fortaleza de la economía».
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