Conchita Vargas Lugo, originaria de Querétaro, alcanzó el récord de líder diamante en tan solo cinco semanas, luego de inscribir a 1,230 personas a la empresa de network marketing Usana Health Sciences.
Durante su carrera de 18 años, alrededor de 170,000 personas han creído en su palabra para unirse a este negocio en más de cinco países y ha roto otros cuatro récords mundiales.
Ahora es socia diamante de 11 estrellas —solo hay tres en el mundo— y en la década pasada fue considerada como una de las mujeres más poderosas de México, según Forbes. Esta es su historia.
El camino de Conchita no fue fácil, debido a que en un inicio ella se encontraba en una situación económica y de salud complicada. Además, consideraba que ese negocio no era para ella.
«Yo creía que tenía que vender de puerta en puerta. No me gustaba, yo no quería un negocio de redes y cuando me lo presentaron fueron catálogos inmensos, y dije: ‘estoy enferma pero no loca».
Bajo este concepto, Conchita se negó a entrar; sin embargo, con la insistencia de su hija, Vargas Lugo aceptó ver un video y ahí conoció a la persona que la convenció.
«En el video pude ver a Denis Waitley, quien es uno de mis mejores amigos ahora, y me llamó la atención, Ahí es donde acepté ir a una reunión.»
Tras ir, decidió participar y asegurar un futuro para su hija y para ella.
La líder diamante asegura que dentro del negocio se cuentan demasiadas mentiras que no son posibles, por ejemplo, que las personas creen que van a ser ricas instantáneamente.
«En este negocio, como en todos, se necesita disciplina y yo pude generar mi primer millón de dólares después de cuatro años de entrar. Es mentira que solo debas invertir una vez, esto es constante y yo me enfoco en ayudar a la gente a hacer dinero», agregó.
Además, Conchita aseguró que ella entró a Usana Health Sciences por un proyecto de vida y para generar dinero, por lo cual nunca se ha cambiado de empresa.
Conchita asevera que ella no es la que vende el producto, debido a que la empresa es quien se encarga de eso, además esta es quien cobra, entrega y explica el artículo.
«Lo único que hago es llevar a consumidores. Entendí y desmenucé el negocio», dijo.
Dentro del modelo de negocios, Conchita afirma que muchos networkers pretenden tomar papeles que no les corresponden, «quieren ser doctores para explicar lo que contiene el producto».
«Solo se debe invitar a los consumidores a que generen dinero»; además, Conchita dice que en el network marketing no se tiene que ser doctor, cosmiatra o nutriólogo.
En sus primeros días, Conchita daba cerca de 11 presentaciones diarias a personas mayores de 18 años, «yo veía a alguien que respiraba y le daba la presentación».
Conchita confiesa que, por su edad, la tecnología y la adaptación a esta sociedad se le ha complicado; sin embargo, con la pandemia tuvo que acelerar su aprendizaje y ahora da conferencias a sus grupos por Zoom.
Además se ha convertido en una experta para poder transmitir sus ideas a través de una pantalla. Este 2021 impartirá el primer curso vía remota para contar las claves de su éxito.
«Quiero contar mi historia, quiero decir cómo he generado 11 millones de dólares y cómo me he sostenido en el negocio del network marketing», concluyó.
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