Samsung enfrenta demanda por roturas espontáneas en los Galaxy S20

  • Algunos usuarios de los móviles de la familia de los Samsung Galaxy S20 han reportado roturas en el cristal trasero de los smartphones.
  • Samsung sostiene que las roturas se deben al mal uso del dispositivo, pese a la evidencia de los demandantes.
  • Ante la negativa a reconocerlo como un defecto de fabricación, se ha interpuesto una demanda colectiva contra la firma coreana.

Hay ocasiones en las que, independientemente de la compañía, algunos productos llegan al mercado con algún defecto en la construcción. Aunque puede ser inusual, no es del todo lo que pasa con los Galaxy S20 de Samsung.

Algunos usuarios de la familia Samsung Galaxy S20 —entre los que se incluyen modelos como el S20 FE o el S20 Ultra— han reportado que los cristales traseros del módulo de cámara de algunos de estos smartphones han estallado sin previo aviso. Esto ha derivado en una demanda colectiva a la firma coreana.

La demanda a Samsung argumenta que sus dispositivos son «bombas de tiempo», y que el vidrio del cristal puede romperse con o sin funda y sin que se le aplique ninguna fuerza extrema, por lo que no es que sea un daño asociado al mal uso del dispositivo. Algo que, lógicamente, no suele estar incluido en la garantía del producto.

La forma que adopta la rotura es «similar a la de agujeros de bala» en el módulo de la cámara. Esto entorpece el normal uso de los sensores, llegando a hacerlos inutilizables en algunas ocasiones. Algo que, según los demandantes, es inaceptable para dispositivos profesionales.

«Durante una época de distanciamiento social y mayor uso del acceso en línea, los consumidores necesitan especialmente un dispositivo móvil confiable, pero Samsung se ha negado a ofrecer la confiabilidad que prometió a sus clientes», sentenció Steve Berman, socio gerente del bufete de abogados que encabeza la demanda colectiva contra la compañía coreana.

Samsung sostiene que las roturas se deben al mal uso del dispositivo

Y es que, Samsung, según afirma la demanda, argumenta que las roturas suceden por el mal uso del dispositivo, y está cobrando a los usuarios 400 dólares para reparar este componente de la parte trasera que, además, no está cubierto por la garantía. Los usuarios que contrataron el seguro adicional para su teléfono también deben pagar una cantidad menor por la reparación: 100 dólares.

Pese a esto, un representante de Samsung hizo una valoración diferente. «Esto le sucedió a uno de nuestros embajadores. Después de muchas quejas sobre el problema, descubrimos que tiene que ver con la acumulación de presión debajo del vidrio y no con que los clientes lo golpeen contra algo», afirmó en un foro de atención al cliente. 

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