La aplicación de música Spotify ya planea su siguiente paso en su algoritmo. Ahora, si los artistas quieren poner el algoritmo a su favor, deberán pagar.
La economía de la suscripción ya se percibe como algo
cotidiano. Poco a poco, se volvió tan popular que ahora facilita el consumo. Los
servicios se cobran mes a mes y con ello las empresas tienen ingresos
continuos.
Sin embargo, algunos de los servicios en este modelo son tan
populares que sus márgenes de ingreso se reducen. Por ello, atraer a nuevos
clientes es primordial. Pero, el negocio de servicios por suscripción también
tiene la desventaja de perder clientes con la misma facilidad que llegaron.
Para que el servicio retenga a sus usuarios debe mantenerlos
satisfechos constantemente. Si el cliente usa muy seguido la plataforma, el
vínculo con el servicio se fortalece. Los datos que se generan a partir de esta
interacción continúa sirven para retenerlo.
El uso que damos a las plataformas en internet genera una
gran cantidad de datos. Esa información es sumamente valiosa para que las
empresas creen perfiles de sus usuarios. En general, los usuarios han aceptado ceder
su información a fin de obtener una mejor experiencia. Pero en un segundo plano
queda la duda de qué se hace con esos datos personales.
Cualquier compañía hace sus negocios con base en sus intereses. Si un usuario le cede información, la usarán para su propio beneficio. Aunque el uso de ella generará una mejor interacción con la plataforma, la empresa tiene sus objetivos muy claros, como seguir obteniendo ingresos.
Un ejemplo es Spotify. Esta compañía sueco-estadounidense con 299 millones de suscriptores tiene grandes pérdidas de dinero. De ellos, solo 138 millones pagan mensualmente el servicio. Por eso, ha decidido explotar los datos de sus usuarios para compensar ese lastre.
Aunque en el último trimestre sus ingresos aumentaron 13%
con respecto al año pasado, su pérdida fue de 101 millones de euros solo de
julio a septiembre. Su modelo está basado en el pago de regalías por
reproducción. En él, Spotify destina 70% de sus beneficios al pago de los
derechos de las piezas musicales.
Ahora, su estrategia se basa en explotar la información de los usuarios entre los artistas. Así, la recomendación del algoritmo de Spotify impulsará las selecciones musicales de los clientes. Con el algoritmo se impulsan miles de millones de reproducciones.
Esta medida fortalece su publicidad convencional, ya que ofrece
colocar primero las canciones destacadas de un creador entre las
recomendaciones personalizadas de cada usuario. Los creadores que acepten este
modelo cobrarán menos regalías por reproducción.
Aunque el procentaje de este modelo se desconoce aún, esta es
la manera en que la compañía ofrece más ventajas a los creadores.
Spotify asegura que los segmentos como Descubrimiento
Semanal y la lista de reproducción favorita seguirán igual. Las canciones que
se impulsarán con el algoritmo solo estarán en la sección Radio y en
reproducción automática. El eje de esta fórmula es que se promocionarán
canciones al suscriptor basadas en lo que le gustaría escuchar, de acuerdo a lo
que Spotify sabe de su cliente.
Pese a que desde que existe la difusión musical se paga por mayor difusión, ahora la diferencia radica en que los gustos se hacen cada vez más personalizados.
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