Si cuentas con un perfil de YouTube, seas o no creador de contenido, probablemente hayas recibido en un correo los cambios que YouTube aplicará en su plataforma, como los anuncios, a partir del 1 de junio.
Estos, que intentarán ajustar sus términos de uso a los cambios recientes en el RGPD, derivado de sentencias contra las grandes tecnológicas como Google, que es la propietaria de YouTube, afectarán a todos los contenidos de la plataforma.
Entre los cambios que se avecinan se contempla la inclusión de anuncios en todos los contenidos de YouTube. Esto va más allá de que los creadores de contenido tengan un contrato de monetización con la plataforma.
Esto afectaría, sobre todo, a los creadores de contenido más pequeños; debido a que no suelen firmar contrato con YouTube. Hasta ahora, su principal técnica de monetización pasaba por la inclusión de publicidad en sus videos.
Si has navegado por YouTube durante estos meses, habrás observado que los anuncios se han multiplicado. Ya llegan a contar con cuatro minutos de publicidad al principio de cada video; en algunos casos, en mitad del contenido.
Este hecho responde a un cambio que ya tuvo lugar en Estados Unidos, con la actualización de la política de uso de la plataforma; que entrará en vigor en España el próximo 1 de junio.
«Concedes a YouTube el derecho a monetizar tu contenido en el servicio. Dicha monetización puede incluir la aparición de anuncios en el contenido o junto a él; o bien el cobro de una tarifa a los usuarios para acceder al Contenido», anunció YouTube, aunque sin muchas especificaciones.
A pesar de ello, se observa un cambio de magnitudes que hasta ahora apenas se habían dado en la plataforma de videos de Google. Concretamente, esto significa que el usuario seguirá viendo anuncios, con el objetivo de que contrate el servicio premium de YouTube.
En tanto, los pequeños creadores de contenido no monetizarán sus videos por el hecho de integrar publicidad en ellos. Esto les afecta directamente.
«Este contrato no te da derecho a ningún pago», continuó. «A partir del 1 de junio del 2021, cualquier pago que pudieras tener derecho de recibir por parte de YouTube según cualquier otro contrato entre tú y YouTube (por ejemplo, pagos del Programa para Partners de YouTube, de la función Miembros del canal o de Super Chat) se considerarán regalías. Si lo exige la ley, Google retendrá los impuestos correspondientes a esos pagos».
Los cambios acaecidos en YouTube causan quejas de creadores de contenido que llevan utilizando durante mucho tiempo la plataforma. Esto provoca que vayan hacia el universo de Twitch; competencia directa de la primera.
De hecho, Twitch permite monetizar sus contenidos en la plataforma, más allá de las suscripciones del canal o la donación de bits. Aunque la publicidad solo está disponible para los socios de Twitch, con los siguientes requisitos:
«Los socios consiguen una parte de los ingresos que generen los anuncios que se reproduzcan en sus canales», explica la plataforma en sus términos. «Los socios pueden determinar la duración y la frecuencia de los anuncios intermedios a través de su panel de control».
En este último punto se encuentra la principal diferencia con YouTube. Mientras que en Twitch los socios eligen cuándo ponen los anuncios durante su retransmisión —así como la duración y frecuencia de los mismos— con total control por parte de los creadores de contenido. Dichos anuncios solo se pueden evitar con una suscripción al canal que se está viendo.
Sin embargo, aquí aparece el mismo problema que en YouTube, ya que Twitch expone unos requisitos mínimos para entrar a formar parte de este programa. Se debe superar un número de espectadores o seguidores. También se podría acceder si se cumplen los criterios del programa de afiliados, el paso previo al de ser socio:
La decisión final recaerá sobre los creadores de contenido.
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