A 25 años del acuerdo mundial por la eliminación de las barreras sistémicas que impiden la participación igualitaria de las mujeres en todas las esferas de la vida, el trabajo pendiente se puede cuantificar. Según el Banco Mundial, la eliminación de la brecha de género puede generar 172,000 millones de dólares (mdd) en riqueza de capital humano.
Esto es solo una parte de los beneficios que la igualdad de género puede aportar en las empresas. De acuerdo con el estudio «Igualdad de género en el sector privado: Una mirada a las empresas mexicanas», hay dos áreas que son el gran pendiente en el país.
La urgencia de contar más mujeres dentro de la alta dirección en empresas no solo es un tema de beneficio económico. Las empresas con mayor inclusión toman mejores decisiones.
Este estudio —una colaboración de ONU Mujeres, Pacto Global Red México, el Consejo Mexicano de Negocios y el Consejo Coordinador Empresarial— enfatiza que se necesita igualdad de género en las empresas mexicanas porque los números de participación son desproporcionados.
En México, solo 7.5% de las personas que integran los consejos directivos de empresas son mujeres. Su participación económica es de las más bajas en Latinoamérica, con solo 45% contra 77% de los hombres.
Además, el estudio destaca que las mujeres fueron más afectadas por la pandemia de Covid-19. En julio, la tasa de participación de las mujeres en la fuerza laboral solo llegó a 39%. Esto representa un retroceso de 5.8 puntos porcencuales con respecto al mismo mes del año pasado.
En la presentación del estudio, Belén Sanz, representante de ONU Mujeres México, señaló que las dos áreas con mayor potencial de mejora entre las empresas mexicanas son:
En tanto, las áreas de Liderazgo y Lugar de trabajo estuvieron mejor calificadas en México que a nivel global. Sin embargo, el estudio da recomendaciones para esos cuatro principales aspectos.
Primero, para la parte de Mercado, Sanz señaló “el potencial que tiene el marketing para transformar los estereotipos de género. Las empresas tienen un rol y una oportunidad transformadora”.
Pero solo 26 de las 44 empresas mexicanas que colaboraron con el estudio revisan que sus materiales de marketing no fomenten los estereotipos de género. Además, menos de la mitad de estas compañías realiza estudios de mercado sobre las necesidades de las mujeres para el desarrollo de un producto o servicio.
Sanz dijo que se deben fomentar las adquisiciones de empresas propiedad de mujeres. “Solo una de las 44 empresas reportó tener iniciativas para comunicar estas oportunidades hacia empresas que sean propiedad de mujeres”, destacó.
En cuanto al papel de las compañías en el rubro de Comunidad, señaló que solo 10 empresas reportaron una participación igualitaria cuando se consultan temas de interés al interior de la corporación.
En general, las empresas que participaron en el estudio toman poco en cuenta el género cuando se trata de resultados de las evaluaciones al personal.
El grupo de 44 empresas que participó en este estudio, entre ellas Softtek y Banorte, utilizaron la Herramienta Empresarial de Género (WEP, por sus siglas en inglés). Se trata de un autodiagnóstico elaborado por ONU Mujeres que permite a las empresas identificar brechas y oportunidades para el mejoramiento continuo en las áreas de liderazgo, lugar de trabajo, mercado y comunidad.
Luego de recopilar la información de sus evaluaciones y analizarla, ONU Mujeres concluyó que las empresas mexicanas aún pueden incorporar varias acciones para la igualdad de género. Entre ellas destacó:
Para Blanca Treviño, presidenta y directora general de Softtek, la principal aportación de este estudio es que la información deriva de empresas que tienen gran capacidad de autocrítica “para encontrar áreas de oportunidad”.
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